Perú celebra. Paolo Guerrero jugará el Mundial de Rusia 2018 y la selección dirigida por Ricardo Gareca ahora tiene un nuevo motivo para ilusionarse con avanzar de zona y alcanzar la etapa de clasificación. Pero más allá del alivio que significó que el Tribunal de Apelaciones haya reducido el castigo a la mitad, el delantero aún no está contento.
"Para mí, es importante seguir probando mi inocencia. También me siento un poco indignado porque no debería estar pasando por eso. Hay un poco de injusticia. Es realmente difícil. No me quedo tranquilo ahora que han reducido el castigo. Seguiré luchando y demostrando mi inocencia", sostuvo en diálogo con la agencia Reuters el futbolista de 33 años que disputará su primera Copa del Mundo.
En este marco, remarcó que ya está probado que no consumió cocaína, como se supuso en una primera instancia, sino que fue por beber un té de coca. Ahora, deberá demostrar que él ignoraba que aquella bebida tenía efectivamente hojas de coca: "Lo que sabemos es que hubo una contaminación. Eso para mí, para los médicos y creo que para la FIFAtambién. Está claro, por la cantidad tan baja que salió en el dopaje".
Guerrero, actualmente tiene contrato con el Flamengo de Brasil, club que sigue analizando qué hacer con su contrato. Por eso, aún intenta demostrar que es inocente: "Ahora queda continuar la lucha con mis abogados, porque yo no debería estar pasando por ese castigo. Yo debería estar disfrutando de mis vacaciones y estar concentrado en mis objetivos profesionales en 2018".
Este miércoles el Tribunal de Apelación de la FIFA redujo la sanción impuesta anteriormente por la Comisión Disciplinaria a la mitad. De esta manera, el delantero podrá volver a las canchas a partir del 3 de mayo de 2018. El próximo paso es eliminar el castigo y para eso la defensa deberá presentar las pruebas ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS, por sus siglas en inglés), ente que está por encima de cualquier federación deportiva.
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