Brasil cerró una participación olímpica en Tokio récord en cuanto a cantidad de medallas con 7 oros, 6 platas y 8 bronces para un total de 21 preseas, registro superior al logrado en sus Juegos de Rio 2016. Sin embargo, lejos de que esto genere alegría y unidad, parece haber alimentado la grieta entre los propios deportistas y dirigentes producto de una decisión tomada por la selección masculina de fútbol.
El equipo se coronó bicampeón al superar 2 a 1 a España en la final y durante la premiación ninguno de los jugadores lució la campera diseñada por el Comité Olímpico Brasileño (COB), como hicieron el resto de las delegaciones. Esto disparó el enojo de varios atletas y fue Dani Alves, capitán de la Canarinha, quien se encargó de hablar sobre el tema.
En un posteo en su cuenta de Instagram, el ex futbolista de la Juventus y del Barcelona, entre otros clubes, escribió: “Como capitán de este equipo, respeto todas las opiniones de los deportistas de otros deportes, pero hay cosas que tampoco aceptamos dentro del deporte. No queremos ser diferentes a los demás, pero no aceptamos algunas imposiciones. Por favor, cuando vayan a exigir algo para su deporte, respeten el nuestro….“.
Su descargo recibió más de 760 mil ‘me gusta’ en apenas horas y alimentó la polémica que por estas horas se vive en el seno del deporte brasileño. Además, Dani Alves se molestó por quienes aseguraban que su actitud estaba ligada a el bienestar económico del que gozan los futbolistas: “Queremos tener una igualdad dentro de las modalidades o al menos un equilibrio. No se hacen afirmaciones criticando otros deportes, debemos construir una base sólida en nuestra tesis para defender nuestras afirmaciones”.
Este lunes, al aterrizar en San Pablo después de disputar los Juegos Olímpicos, el brasileño fue abordado por un grupo de periodistas que le consultaron sobre este asunto, aunque él evitó alimentar la controversia: “Son problemas que los deportistas no podemos solucionar. Son las personas que están por encima de nosotros las que pueden responder. Estamos para servir. Intentamos servir de la mejor manera posible, lograr el objetivo que soñamos, poner a Brasil en primer lugar. Esas son las cosas que tienes que valorar. Los demás son demasiado pequeños para la grandeza de una medalla de oro”.
La actitud de la selección de fútbol de atarse la campera a la cintura fue tomada como una muestra de ingratitud hacia el comité olímpico y por lo tanto hacia el resto de las disciplinas y de los atletas de su país. Por eso, Alves y sus compañeros quedaron en el foco de las críticas.
“Siempre nos enorgullecemos de defender el bien común. Yo, como capitán, me sentí con derecho a comunicar esto, ya que en los Juegos Olímpicos me limitaba a hacer declaraciones. Pero siempre aprecié que hubiera inversión en el deporte en general. Conozco la calidad de nuestra historia. Con poca inversión, los resultados son satisfactorios, los mejores de la historia. Felicitaciones a todos los deportistas que nos representaron y defendieron. No solo los que ganaron medallas. Ese fue mi discurso durante los Juegos Olímpicos”, insistió el ex Barcelona.
En este sentido, el lateral del San Pablo prosiguió: “Si hay alguien que valora la igualdad en el deporte, ese soy yo. Tengo amigos en otros deportes y sé las dificultades que tienen por falta de apoyo. No es porque juegue al fútbol, pero difícilmente se podrá comparar con otros deportes. No por voluntad, pero el fútbol tiene una forma diferente de captar, de audiencia. No nos corresponde a nosotros intentar cambiar eso. Hacemos nuestra parte”.
Una de las voces que más se hizo escuchar en este conflicto fue la de Bruno Fratus, ganador de la medalla de bronce en estilo libre de 50 metros en Tokio. El nadador acusó en las redes sociales al seleccionado de fútbol de haberse alineado en contra de la delegación olímpica: “El mensaje (de la selección de fútbol) fue claro: no son parte del equipo y no les importa. También están completamente alineados y desconectados de las consecuencias que esto puede generar en innumerables deportistas que no son millonarios como ellos”.
Por su parte, el COB emitió un comunicado en el que adelantó que tomará represalias contra la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) por haber sido la que impulsó a los jugadores a no lucir la indumentaria olímpica en la premiación.
Brasil concluyó en el decimosegundo lugar del medallero como primer representante de América Latina por segundos Juegos consecutivos. Por detrás se situaron Cuba con 15 medallas (7-3-5) y Ecuador con tres (2-1-0). El récord brasileño se registró pese a que algunos deportistas llamados a ganar medalla, como el surfista Gabriel Medina y los equipos de voleibol de playa, así como la selección de voleibol masculino, se marcharon de Japón en blanco.
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