Como no podía ser de otra forma, la final entre Brasil y España por la medalla de oro del torneo masculino de fútbol de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 estuvo llena de emociones. Fue un partido jugado con mucha intensidad, plagado de tensión y con algunas acciones que hicieron vibrar a los fanáticos de todo el mundo desde sus hogares, quienes vieron a la Canarinha nuevamente ganar la presea dorada.
Una de las primeras jugadas de este tipo estuvo protagonizada por Richarlison, delantero del Everton y portador de la camiseta número 10 del elenco brasileño, quien no desperdició una chance inmejorable para abrir el marcador en el minuto 37. Una mala salida de Unai Simón terminó en un penal señalado por el VAR y el goleador la mandó a las nubes.
Richarlison, máximo anotador del certamen con 5 goles, impactó muy abajo al balón y su tiro salió ampliamente desviado. El atacante no tuvo un buen partido. Incluso salió muy ofuscado cuando fue reemplazado por Paulinho en el segundo tiempo de la prórroga. Se cubrió el rostro con su camiseta y estaba visiblemente decepcionado.
Justo antes de esa modificación, ya con Brasil ganando 2-1 por el gol de Malcom, hubo una jugada polémica en la que España reclamó penal. La Roja empujaba con ímpetu para intentar empatar el partido y forzar los penales, y en ese pasaje hubo un remate de Dani Olmo dentro del área que fue bloqueado por Diego Carlos. Varios jugadores españoles reclamaron al árbitro australiano Chris Beath, que dio continuidad al juego.
Los minutos se consumieron en el Nissan Stadium de Yokohama y Brasil se quedó otra vez con la medalla de oro de los Juegos Olímpicos. Logró retener el título que había logrado en Río 2016, donde también tuvo una definición extensa, ya que en esa ocasión se había impuesto a Alemania en penales.
Esta es la segunda presea dorada en la historia del fútbol brasileño en lo que fue su tercera final consecutiva, ya que perdió la definición ante México en Londres 2012 y le ganó al equipo germano cuatro años después.
En la fase de grupos, Brasil le ganó 4-2 a Alemania, 3-1 a Emiratos Árabes y empató 0-0 ante Costa de Marfil. En cuartos de final eliminó a Egipto (1-0), en semifinales sacó a México por penales y triunfó ante los españoles en el último partido. De esta manera, quedaron con la misma cantidad de oros olímpicos en el fútbol masculino que Uruguay (campeón 1924 y 1928) y Argentina (2004 y 2008).
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