El italiano Lamont Marcell Jacobs se transformó en una gloria del atletismo al quedarse con el oro olímpico en los 100 metros masculinos el domingo, en lo que fue la primera prueba celebrada desde la despedida de Usain Bolt, leyenda de las distancias cortas.
El joven de de 26 años marcó un récord europeo de 9,80 segundos, y quedó por delante del estadounidense Fred Kerley, quien se llevó la plata en 9,84 segundos. Por su lado, el canadiense Andre de Grasse, medallista de bronce en los Juegos de Río 2016, repitió la hazaña en 9,89 segundos en Tokio.
Por estas horas se a viralizado un video en el que se ve un singular método de entrenamiento que lleva adelante Jacobs, que fue clave para su conquista. Es que entre sus diversos ejercicios se destacó uno en el que corre a toda velocidad por una pista de atletismo y por delante suyo un vehículo lleva enganchado una especie de cabina que lo protege del viento.
De esta manera, el europeo logra ir lo más rápido posible evitando la resistencia del viento y puede realizar mejores tiempos en las prácticas que le permiten también ganar confianza. Las imágenes en las que se lo ve a toda velocidad con esta estructura remolcada por delante son furor en las redes sociales y miles de usuarios de todo el planeta las han compartido.
“Es un sueño, es fantástico. Quizás mañana pueda imaginar lo que están diciendo, pero hoy es increíble”, declaró Jacobs tras su victoria, al tiempo que destacó que sus nuevos métodos de trabajo le permitieron mejorar sus marcas y poder bajar la barrera de los 10 segundos en 2020: “Creé un equipo realmente bueno para apoyarme. Cambiamos las salidas. Y trabajamos mentalidad. Mentalidad, buena comida, buena fisioterapia. Realmente trabajo duro con mi mente. Porque cuando estaba llegando al gran momento, mis piernas no funcionaban muy bien. Ahora mis piernas van realmente bien cuando es un gran momento”.
El italiano, que ahora fue rebautizado como el Heredero de Bolt, agregó: “Era el sueño de mi infancia ganar unos Juegos Olímpicos y obviamente un sueño puede convertirse en algo diferente, pero correr esta final y ganarla es un sueño hecho realidad”.
Vestido con una camiseta azul claro y pantalones cortos de lycra, Jacobs , en el carril tres, hizo un buen comienzo, mantuvo los nervios durante la fase de conducción y avanzó hasta la línea. Apenas completó su hazaña, el atleta corrió alegremente a los brazos de su compañero de equipo italiano, Gianmarco Tamberi, que acababa de compartir el oro en salto de altura masculino con el qatarí Mutaz Barshim.
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