En el marco de unos Juegos Olímpicos que buscan evitar un brote de coronavirus en la Villa donde se hospedan los atletas, los organizadores optaron en esta oportunidad por un plan que desaliente los encuentros amorosos durante la competencia. De esta manera, no se han repartido preservativos entre las delegaciones y en los cuartos se colocaron camas de cartón que al terminar la actividad serán recicladas. Las mismas fueron bautizadas como “antisexo”, aunque están diseñadas para soportar hasta 220 kilos.
Desde que inició el cronograma varios atletas las han probado saltando sobre ellas y compartiendo los videos en las redes sociales. Hasta hoy, las camas habían aguantado, pero este martes un entrenador uruguayo demostró que no son tan resistentes. Diego Chiriff, a cargo del equipo de natación, provocó el crujido de la estructura que sostiene su colchón tras brincar sobre éste.
Al parecer, el hombre tenía un rato libre y con la complicidad de uno de sus asistentes se grabó realizando la prueba. Apenas aterrizó con sus pies sobre las sábanas, sintió que las maderas habían cedido y al mirar con atención observó que efectivamente había dañado su cama. Se desconoce si los organizadores la repararán, la cambiarán o si ahora Chiriff deberá dormir en el suelo.
Lo que sí es seguro es que nadie en la Villa Olímpica debería usar sus camas para algo que no sea dormir, a menos que quieran correr el riesgo como le ocurrió al uruguayo.
La realidad es que los cerebros detrás de Tokio 2020 se comprometieron a priorizar la sostenibilidad en la edición en donde viven los deportistas durante su estadía en Japón para demostrar que su país, un gran emisor de carbono, puede trabajar por un futuro más verde. Por eso los somieres individuales se reciclarán en productos de papel después de los Juegos, mientras que los componentes del colchón se reciclarán en productos de plástico.
Hay un total de 18 mil camas distribuidas por la Villa Olímpica El plan se anunció antes de que empezara la pandemia y se pusieran en marcha las restricciones de distanciamiento social.
“Las camas de cartón son en realidad más resistentes que las de madera o acero”, afirmó la empresa encargada de la construcción, Airweave en un comunicado. Sin embargo, las autoridades olímpicas siguen prefiriendo que los atletas duerman solos en Tokio, y que se mantengan alejados unos de otros en cualquier otro lugar. Un manual de medidas de seguridad aconseja a los participantes en las Olimpiadas “evitar formas innecesarias de contacto físico, como abrazos, chocar los cinco y estrechar las manos”.
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