Luego de su brillante actuación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, las miradas de buena parte de los fanáticos del mundo estaban posicionadas sobre la performance de Simone Biles. La expectativa que se edificó en torno a su desempeño en Tokio se derrumbó en las últimas horas y las luces de alerta se dispararon con el foco puesto en su salud psicológica. La atleta de 24 años quedó marginada de la final por equipos de gimnasia artística tras tener un fallo en un salto y luego rompió el silencio para explicar lo sucedido.
“Desde que entro a escena, estoy yo sola con mi cabeza, tratando con demonios en mi cabeza. Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi salud y mi bienestar”, señaló ante la prensa en declaraciones que replicó la agencia AFP.
“Físicamente, me siento bien, estoy en forma. Emocionalmente, eso varía según el momento. Venir aquí a los Juegos Olímpicos y ser la estrella principal no es una hazaña fácil, así que estamos tratando de hacerlo un día a la vez y ya veremos”, declaró en exclusiva ante la periodista Hoda Kotb según publicó el medio norteamericano Today.
Luego de no continuar en las rotaciones, Biles siguió a sus compañeras desde un costado y USA Gymnastics se limitó a informar que se había retirado por un “problema médico” y que será evaluada diariamente para ver si continúa en los Juegos. Simone, ganadora de 4 oros y 1 bronce en Río 2016, se mostró feliz horas más tarde cuando tuvo que subir al podio para colgarse la medalla plateada en la competencia por equipos luego que sus compañeras terminaran el evento por detrás de Rusia.
“Después de la actuación que hice, no quería entrar en ninguno de los otros eventos cuestionándome, así que pensé que era mejor si daba un paso atrás y dejaba que estas chicas salieran e hicieran el trabajo”, especificó en declaraciones que repasó el USA Today.
“Después de la actuación que hice, simplemente no quería seguir. Tengo que concentrarme en mi salud mental. Simplemente creo que la salud mental es más frecuente en los deportes en este momento. Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos y no solo salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos”, reflexionó según la cadena BBC.
“Ya no confío tanto en mí misma. Quizás esté envejeciendo. Hubo un par de días en que todo el mundo te tuitea y sientes el peso del mundo. No somos solo atletas. Somos personas al final del día y, a veces, simplemente tienes que dar un paso atrás. No quería salir y hacer algo estúpido y lastimarme. Siento que muchos atletas que han hablado realmente han ayudado. Es tan grande, son los Juegos Olímpicos. Al final del día no queremos que nos saquen de allí en una camilla”, agregó con sinceridad.
La grilla indica que la gran figura olímpica ahora debería reaparecer el próximo jueves 29 de julio desde las 7.50 (hora Argentina) en la final del concurso completo femenino a nivel individual. Sin embargo, ella se encargó de poner un freno a la situación y advirtió: “Lo tomaremos día a día, y veremos”. El organigrama también contempla que diga presente en otras cuatro categorías de gimnasia artística: el domingo 1 de agosto está anotada tanto en la final de salto (5.45hs) como en la de barras asimétricas (7.27hs). Mientras que el lunes 2 de agosto será la definición de suelo (5.45hs) y el martes 3 la de barras de equilibrio (5.48hs).
La salud mental de los deportistas irrumpió en primera plana a raíz de la decisión de la japonesa Naomi Osaka de abandonar Roland Garros por un tema similar. La tenista impuso en la agenda una situación que los atletas vienen atravesando desde hace años y siempre se manejó como un tema secundario.
La vivencia de Biles en la primera final olímpica que debió protagonizar en Tokio vuelve a abrir el debate sobre la vital importancia de la salud mental de las personas. Tras lo sucedido en el Centro de Gimnasia Ariake, Biles reconoció que lo que vivió fue “realmente estresante” y explicó que “nunca se había sentido así al entrar en una competencia”, según declaraciones que replicó SportsCenter de Estados Unidos en redes sociales. “Estoy bien, solo lidiando con cosas internas que se arreglarán en los próximos días”, agregó este medio.
“Todavía estaba luchando con algunas cosas. La terapia ha ayudado mucho al igual que la medicina. Todo ha ido muy bien. Siempre que te encuentras en situaciones de mucho estrés, te asustas y no sabes cómo manejar todas esas emociones, especialmente en los Juegos Olímpicos Juegos”, señaló en USA Today.
La luz de alerta en torno a la magistral deportista se había encendido durante las últimas horas cuando se sinceró en un posteo de Instagram sobre el peso de la presión: “No fue un día fácil ni el mejor, pero lo superé. Realmente siento que a veces tengo el peso del mundo sobre mis hombros. Sé que lo olvido y hago que parezca que la presión no me afecta, pero maldita sea, a veces es difícil”.
La jornada, que terminó con Rusia en el primer lugar del podio seguido por Estados Unidos y Gran Bretaña, se inició con el salto imperfecto de Biles en la rotación 1 que le significó un puntaje de 13.766. Luego, tras dialogar con el equipo, Simone no volvió a estar en el equipo y sólo se limitó a apoyar a sus compañeras desde afuera.
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