Después de dos Juegos Olímpicos en donde Estados Unidos dominó la gimnasia femenina, el equipo que compitió bajó la bandera del Comité Olímpico ruso quebró la hegemonía y se consagraron campeonas en Tokio 2020. Con una puntuación de 169.528, las europeas aprovecharon la baja de Simone Biles y ganaron la medalla de oro.
Tuvo que pasar una década para que la gimnasia rusa femenina vuelva a ser la ganadora de uno de los grandes campeonatos por equipos. La última había sido en el Mundial de Rotterdam, en los Países Bajos. A partir del año siguiente, y por los próximos siete torneos mundiales y lo que vimos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Río 2016, EEUU se había establecido como el conjunto dominante.
Todo comenzó en la primera rotación cuando, de manera sorpresiva, y luego de no tener el salto esperado, el equipo estadounidense decidió retirar a Biles de la competencia. “Simone Biles se ha retirado de la competición final por equipos debido a un problema médico. Será evaluada diariamente para determinar la autorización médica para futuras competiciones”, informó USA Gymnastics en sus redes.
¿Qué sucedió con la elegida a ser la gran figura de los Juegos Olímpicos en territorio japonés? Biles no llevó a cabo el salto que se había informado. Y tras una caída irregular, una vez que se acercó a una de sus entrenadoras, se vio como conversó con ella y luego fue a ser atendida por un entrenador. La cuatro veces campeona olímpica en Río 2016 no fue parte de la rotación en el aparato de barras asimétricas, y su lugar en el equipo lo ocupó Jordan Chiles. Una vez que las imágenes mostraron el regreso de Simone en el Centro de Gimnasia de Ariake, la gimnasta oriunda de Texas ya estaba vestida con el conjunto completo.
De esta forma, el conjunto ruso que contó con Angelina Melinkova, Vladislava Urazova, Liliia Akhaimova y Viktoriia Listunova, sumó 169.528 puntos contra los 166.096 que obtuvo el equipo de los Estados Unidos. En tercera posición finalizó Gran Bretaña, que superó a Italia y se alzó con la medalla de bronce por una ajustada definición (164.096 contra 163.638).
Desde el equipo unificado de los Juegos Olímpicos en Barcelona 1992 que las rusas no subían a lo más alto del podio. Tras el poderío rumano y la aparición de China en Beijing 2008, sumado al impacto de EEUU con el matrimonio Karoly -los creador de la gimnasta Nadia Comaneci-, que consiguió los títulos en 2012 y 2016 antes del escándalo por abusos sexuales, pasaron dos décadas para ver a la gimnasia rusa con el oro olímpico.
En el balance de los cuatro aparatos, el equipo que compitió bajo la bandera de su Comité Olímpico dominó las pruebas de salto, barras y suelo. Las chinas se quedaron con la mejor puntuación integral en la vida (41.599), superando inclusive a las estadounidenses.
Con este título, el Comité Olímpico ruso alcanzó la dorada número 7 en Tokio 2020 -además tiene 7 de plata y 4 de bronce- y se ubican en el cuarto puesto del medallero general, detrás de Japón, que lidera con 10 doradas, seguidos de EEUU y China con nueve.
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