Pese a estar clasificado y atravesar una larga preparación para estar en los Juegos Olímpicos de Tokio, el judoca musulmán Mohamed Abdalrasool, representante de Sudán, se convirtió en el segundo atleta que declina participar de la cita internacional, al ser emparejado en el cuadro masculino de los 73 kilos frente a un rival israelí.
La Federación Internacional de Judo (FIJ) no especificó los motivos por los cuales el sudanés prefirió abandonar, aunque sí comunicó que “no peleará” con la estrella israelí Tohar Butbul, por 16vos de final de la competencia.
El sábado pasado, el campeón argelino, Fethi Nourine, había tomado similar actitud y fue “suspendido por la FIJ”, al evitar “un posible enfrentamiento con Butbul, que ocupa el séptimo puesto en el ranking mundial de la categoría”, según confió el canal Russia Today.
“Trabajamos muy duro para llegar a los Juegos Olímpicos. Pero por la causa palestina es una decisión irreversible. Prefiero no manchar mis manos”, arremetió Nourine, de acuerdo con lo apuntado por el periódico Daily Mirror.
Por su lado, el Movimiento Antisemita no partidista condenó las deserciones de ambos atletas y destacó que ambos “deben ser castigados por la Federación Internacional”. “No hay lugar en el deporte para la discriminación basada en la nacionalidad o la religión”, amplió.
El judoca israelí Tohar Butbul no pudo más que sacudir la cabeza con resignación al enterarse de que sus dos posibles primeros rivales en los Juegos Olímpicos se retiraron de la competencia poco después de saber que se enfrentarían a él. “Estas son cosas que pasan a veces en judo, así que no fue extraño para mí”, dijo Butbul. Y agregó: “Sólo tenía que esperar, mantenerme concentrado y esperar mi primera oportunidad”.
Con el camino libre de obstáculos hasta octavos de final, Butbul se impuso al moldavo Victor Sterpu y superó a la estrella surcoreana An Changrim en cuartos de final con un waza ari. El israelí despidió su primera aventura olímpica con una derrota ante el canadiense Arthur Margelidon en el repechaje y acabó séptimo.
“Vine con el objetivo puro de ganar una medalla, y para mi es muy duro soportar que no cumplí mis propias expectativas”, afirmó. “Ese era el objetivo de toda mi carrera. Todavía es demasiado pronto para entender qué pasó. No fui preciso al ejecutar mi plan, pero en el judo a veces hay una brecha entre lo que planeas y la realidad”, completó antes de su despedida de la capital japonesa.
No es la primera vez que Fethi Nourine se retira de una competición para evitar enfrentarse a un rival israelí. Ya lo había hecho en el Mundial de Tokio 2019 por el mismo motivo.
En esta ocasión, la Federación Internacional de Judo (FIJ) decidió suspenderlo temporalmente tras una investigación sobre el caso. Además, el Comité Olímpico Argelino le retiró la acreditación tanto al atleta como a su entrenador y los enviará a casa, aplicando las sanciones correspondientes.
El retiro de Nourine fue “totalmente contraria a la filosofía” de la FIJ, que en su comunicado condenó la decisión tomada por el judoca argelino. “La FIJ tiene una estricta política de no discriminación, promoviendo la solidaridad como un principio clave, reforzado por los valores del judo”, señaló la entidad en una nota.
Atletas de otros países, como Irán y Egipto, también se han negado anteriormente a competir contra los israelíes.
De hecho, el organismo rector del judo a nivel mundial ya suspendió a Irán por cuatro años debido a que se rehusaron a permitirle a sus atletas pelear con israelíes. La FIJ aplicó este castigo hasta septiembre de 2023 cuando el ex competidor iraní Saeid Mollaei declaró que le ordenaron perder en las semifinales del Mundial 2019 para evitar un posible enfrentamiento con el campeón mundial israelí Sagi Muki.
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