Fue una definición vertiginosa. Hasta los últimos instantes los protagonistas se dirimieron la medalla de oro y en el desenlace terminó festejando el uzbeko Ulugbek Rashitov, quien se impuso en la final de la categoría hasta 68 kilos de taekwondo ante el vigente campeón mundial, Bradly Sinden.
El asiático consiguió la victoria en un combate agónico que se resolvió en los últimos 10 segundos con un 34 a 29 a su favor sobre el británico. Las medallas de bronce, en tanto, fueron para Zhao Shuai de la República Popular de China, y Hakan Recber de Turquía.
A falta de tan solo ocho segundos para el final del combate, Rashitov conectó una patada giratoria contra el cuerpo de Sinden, campeón del mundo en 2019, para transformar una desventaja de dos puntos (26-28) en una diferencia favorable de dos (30-28) que el europeo ya no pudo remontar.
El flamante campeón olímpico superó en la primera ronda a Seydou Fofana (de Mali) y dio el gran aviso en octavos de final, donde se impuso por un ajustado 19-21 al surcoreano Lee Daehoon, tres veces campeón del mundo, plata en Londres 2012 y bronce en Río 2016.
En su camino hacia el oro derrotó en cuartos de final, al iraní Mirhashem Hosseini, subcampeón del mundo en 2017, mientras que en la semifinal eliminó con autoridad al bosnio Nedzad Husic para citarse con el vigente campeón del mundo en el duelo decisivo.
“Es la mejor sanción que tuve en mi vida. Nada puede superar ganar un oro”, dijo Rashitov luego de festejar con su entrenador. “Solo pensaba en el oro porque solo entreno para ganar el oro”, completó.
Por su parte, Lucas Guzmán estuvo a un paso de hacer historia en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El atleta oriundo de Merlo, en el Makuhari Messe, sucumbió por 15-10 ante el ruso Mikhail Artamonov (quinto preclasificado) y no pudo adjudicarse la medalla de bronce en taekwondo en la categoría -58 kg.
En caso de una victoria hubiese sido la primera presea para la delegación argentina en lo que va de la competencia y la segunda en la historia para el taekwondo. La anterior fue la dorada de Sebastián Crismanich en Londres 2012 en la categoría 80 kg.
“Nada que reprocharme. Di todo, el cien por ciento. Ahora quiero, con la mente un poco más fría, analizar los rivales, los combates. Cada pelea que hice desde que inicié el torneo, pasé el primer combate y no me di cuenta, el segundo y no me di cuenta, perdí el tercero y tampoco... Intenté recomponer mi mente pero ya estaba desgastado y mi cuerpo también estaba cansado; pero se escapó por una cuestión física. Mi rival tuvo una pelea menos, porque perdió el primer combate. Eso sumó. No es excusa, pero se sintió. Di todo, fui al máximo siempre y no me guardé nada”, manifestó en diálogo con TyC Sports.
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