El Atlético de Madrid perdió la oportunidad de seguir con chances de meterse en los octavos de final de la Champions League al igualar como local 2-2 con el Bayer Leverkusen. El equipo dirigido por Diego Simeone tuvo una inmejorable chance en el tiempo de descuento con un penal que falló Yannick Carrasco.
La milagrosa jugada, que fue celebrada como un gol por el elenco alemán, tuvo como protagonista al arquero finlandés Lukás Hrádecky, quien adivinó la intención de Carrasco, y al travesaño, que le negó el tanto a Saúl Ñíguez en el rebote. Reinildo tuvo la tercera chance, pero el remate rebotó en su compañero belga. Todo eso ocurrió en el minuto 98 de juego.
* El penal que falló Yannick Carrasco sobre la hora para el Atlético de Madrid
La locura fue tan grande, que la emoción desbordó a algunos jugadores del Leverkusen, quienes fueron directamente a burlarse del desafortunado Carrasco, que ni se inmutó. En las imágenes se puede observar al defensor neerlandés Mitchel Bakker gritándole directamente en la cara a su rival. También se sumó su compatriota Timothy Fosu-Mensah, aunque con un tono menor.
Ante este provocador gesto, en los medios españoles se criticó fuertemente a Bakker al tiempo que felicitaron al hombre del Atlético por no haber reaccionado, ya que podría haberse desencadenado una batalla campal entre los protagonistas y un escándalo mayor. El clima en el Wanda Metropolitano estaba caldeado por la eliminación del equipo de Madrid.
“El animal Bakker y el gélido Carrasco”, tituló el diario ABC, en referencia al acontecimiento. El madrileño Marca tildó al futbolista surgido del Ajax de Ámsterdam como el “enemigo público número uno del Atlético”.
Además, se puntualizó sobre un antecedente polémico de Bakker durante su paso por el París Saint Germain en el momento que Mauricio Pochettino tomó el cargo tras la salida del alemán Thomas Tuchel.
Cuenta el diario parisino L’Equipe, que el lateral izquierdo se le rebeló a Pochettino en un entrenamiento porque el DT argentino optó por la presencia en el campo de Layvin Kurzawa. El irascible Bakker se retiró de la práctica del PSG, pero antes destruyó de una patada un cartel de publicidad. Poch lo llamó para que regresara al ensayo, pero el enojado futbolista lo ignoró, aunque luego pidió disculpas por el desplante.
Nunca más Bakker pudo encontrar su lugar en París, ya que perdió su puesto con la llegada de Nuno Mendes y, sumado a la mala fama ganada por la rebelión contra su entrenador, su destino concluyó en el fútbol alemán.
Otra vez, pero en Madrid, a Bakker se le volvió a saltar la cadena y tuvo una reacción que el mundo del fútbol la ve como mínimo, repudiable.
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