Tras darse a conocer de manera oficial la lista de prescindibles dentro del plantel, en la que se destacan las presencias de Ander Herrera, Georginio Wijnaldum, Rafinha, Layvin Kurzawa y Julian Draxler, en Paris Saint Germain tienen en mente seguir adelante con su plan de profunda renovación.
Luego de un nuevo revés en la Champions League, la gran obsesión de la institución desde hace varios años, el club tomó la importante decisión de cambiar varias de sus principales cabeza con los desembarcos del portugués Luis Campos como asesor deportivo y el francés Christophe Galtier como entrenador en reemplazo del brasileño Leonardo y el argentino Mauricio Pochettino, respectivamente.
Además de reducir el número de futbolistas profesionales dentro del plantel, la idea es la de implementar un nuevo régimen dentro del vestuario, algo que a Campos le trajo éxito durante sus pasos por Mónaco (campeón de Francia y semifinalista de la Champions League 2017) o Lille (campeón de Francia 2021).
Según informa LeParisien, su método “consiste en reestructurar una plantilla, crear un vínculo entre los hombres, inscribirse por un período corto -dos o tres temporadas- y acabar con las malas conductas estableciendo un marco comprendido y respetado por todos”.
Antes de partir rumbo a Japón para realizar una parte de la pretemporada, el rotativo informa que comenzaron a notarse algunos de los cambios impulsados por el portugués en el Camp des Loges. Uno de los primeros cambios de hábito es el que marca que los futbolistas deben acudir al centro de entrenamiento para desayunar juntos. Además, luego de participar del entrenamiento, se reunirán para almorzar. Ninguno puede abandonar el establecimiento antes de haber compartido la comida del mediodía con sus compañeros. Buscan crear un espíritu de grupo y colocar lo colectivo por sobre lo individual. Campos busca abolir los clanes, ya que antes los sudamericanos, los franceses y el resto de los europeos se encontraban separados.
El mencionado medio también hace eco en que en las prácticas reaparecieron las sonrisas cómplices entre Neymar y Kylian Mbappé, luego de que salieran a la luz una serie de rumores que marcaban un distanciamiento entre ambos.
Este nuevo régimen dentro del vestuario va en la misma sintonía que las palabras que esbozó Christophe Galtier en las últimas horas: “Habrá reglas de vida que se establecerán y que presentaré al grupo. Habrá algunas cosas negociables, algunas no negociables. Intercambiaré con los jugadores porque hay que tener en cuenta las obligaciones extradeportivas de los jugadores, pero habrá que respetar reglas muy precisas. Tendrán que comprometerse. Y, sea quien sea el jugador, si no tiene motivos válidos para no respetarlos, se hará a un lado por su cuenta. Ocurrirá de forma natural. Nosotros tampoco estamos en el ejército. Nunca tomaré una decisión sin tener en cuenta la opinión de los demás. Lo más importante es que me sigue mi presidente y mi dirección deportiva”.
Además recalcó que “un vestuario necesita justicia y la justicia vale para todos” y que “la disciplina del grupo es la base del éxito”. Por otra parte, advirtió que “este es un tema en el que mi presidente insistió mucho: la disciplina del grupo”.
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