Mientras el conjunto de Xavi Hernández comenzó la pretemporada con un empate (1-1) ante el Olot de la tercera división del fútbol español, la dirigencia del FC Barcelona continúa trabajando a destajo en éste mercado de transferencias para conformar el plantel que competirá en la edición 2022-23.
Tras la llegada de los agentes libres Franck Kessie y Andreas Christensen (mediocampista del Milan y defensor del Chelsea respectivamente), se sumó la incorporación del extremo Raphinha procedente del Leeds.
Finalmente, un día después de la presentación del atacante brasileño, la entidad culé consiguió ponerle fin a una novela que se extendió por varios meses: Ousmane Dembélé estampó su firma y extendió su vínculo hasta junio del 2024 después de muchos idas y vueltas con respecto a su contrato, a tal punto de haber quedado libre el pasado 30 de junio.
“Quedarme siempre fue mi primera opción. Se lo dije al presidente y al técnico”, afirmó el extremo francés en el acto público celebrado este jueves en la Ciudad Deportiva Joan Gamper para sellar su continuidad en el Barça.
El jugador de 25 años, que regresa al Barcelona como agente libre después de que el pasado 30 de junio acabara su anterior contrato, reconoció que el proceso para decidir su futuro “ha sido largo”, si bien precisó que “ahora todo el mundo está contento”.
Por su parte, Joan Laporta (presidente de la institución) destacó el “talento” de Dembélé y recordó que el técnico del primer equipo, Xavi Hernández, ha apostado por su continuidad “desde el primer momento”.
Ahora, sin embargo, tras cerrar uno de los asuntos que más dolores de cabeza le trajo en los últimos tiempos, al máximo directivo se le presentó otro relacionado con el Fair Play financiero.
Desde España, aseguraron que el Barcelona está prácticamente obligado a vender a una de sus principales estrellas para no tener problemas económicos. “El Barça le dice a Frenkie De Jong que se tiene que ir”, tituló Mundo Deportivo, mientras que Sport ya dio avances del posible destino del talentoso mediocampista neerlandés al revelar el acuerdo que tendría el Barcelona con el Manchester United.
Es que el cuadro azulgrana necesita vender para poder paliar los gastos de la masa salarial, y con la salida del ex Ajax generaría un colchón de entre 30 y 35 millones para poder inscribir al resto de los jugadores y concretar otros fichajes más necesarios como el de Robert Lewandowski.
A todo esto, el joven de 25 años, que tiene contrato hasta junio del 2026, parece no estar dispuesto a salir del club, lo que representa otro inconveniente económico para la dirigencia que, a pesar de que es consciente del nivel futbolístico que tiene, deberá luchar para no caer en el fair play financiero.
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