Cuando una persona decide convertirse en futbolista profesional y perseguir sus sueños hasta el límite, muchos destinos exóticos están a la vuelta de la esquina por la globalización del deporte rey. Pero desde que estalló la guerra entre Rusia y Ucrania en el este de Europa, se mira de reojo a las distintas ligas que siguen su curso más allá de la gran cantidad de migrantes que escapan en busca de un refugio en otro país. Y dentro del caos que se generó en dicha zona, un humilde club de Lituania aprovechó la ocasión para armar un plantel a base de argentinos, ucranianos y jugadores locales.
El caso del FK Jonava resalta de los demás en la A Lyga por su astucia a la hora de contratar nuevas promesas. La dirigencia cerró el armado quince días antes al inicio del torneo. Dentro de los nombres propios que arribaron, aparece el caso de Jorge Tapia. El nacido en Lima, ciudad en el Norte de la provincia Buenos Aires, realizó un breve camino por el terreno local antes de decidir probar suerte en otro continente y, en charla con Infobae, contó detalles sobre su inesperada travesía.
“Yo llego a Jonava por recomendación de un amigo que conocí en Portugal. Por un contacto me enteré que necesitaban puestos de la defensa y tanto por estar en Primera División como en lo económico me cerró por todos lados. Yo hice inferiores en River, siete años en Estudiantes de La Plata y luego debuté profesionalmente en Santamarina de Tandil, en la B Nacional. Después me fui para Europa, donde jugué dos meses en un equipo de la Cuarta División de Portugal y no pude sumar casi ningún minuto, y ahí conocí a mi amigo que me trajo para acá”, describió su trayectoria.
El salto hacia una de las tres repúblicas bálticas cayó de manera inesperada y la cercanía con Rusia al principio fue una preocupación. La tranquilidad de los primeros meses se vio alterada por la invasión a Ucrania, dada la cercanía de Lituania, que es uno de los países que conforman la última línea de la OTAN en la región. Si bien no hubo participación lituana en la guerra se ven movimientos militares en la zona como síntoma de alarma. La liga ucraniana se detuvo por la invasión rusa y todos los equipos recibieron refuerzos a préstamo de esa competencia.
Jonava recibió cinco inesperados refuerzos. El arquero, clave en la nueva estructura del equipo, tres jugadores que son habitualmente titulares y el nuevo DT, que cuenta con un ayudante de campo argentino. “Hace poco llegó un entrenador y tres jugadores de Ucrania por una reglamentación de la Federación Lituana de Fútbol que permitió que los exiliados pudieran ser fichados por equipos de la liga. En Lituania tratan el tema de la guerra con Rusia con muchísima tranquilidad, aunque al principio, cuando llegamos nos quedamos en un hotel en las afueras de Jonava y veíamos pasar militares, tanques. Después nos explicaron que esos movimientos son normales en la vida diaria, pero en su momento un poco nos preocupó a nosotros porque no estábamos acostumbrados”, explicó sobre sus primeros días en el Jovana.
Nahuel Machado, Lucas Martorell y Juan Cruz Jorrín son los tres argentinos restantes que conforman el exótico plantel y Jorge reveló la tradición que todavía mantienen a kilómetros de distancia: “A Lucas lo conocí en el poco tiempo que estuve en Portugal y con Nahuel estuve con él durante mis siete años en Estudiantes. Después a Juan Cruz es al único que traté recién cuando llegué a Lituania. Una de las cosas que nos une diariamente es el mate, lo llevamos a todos lados. Siempre los lituanos nos preguntan, les da curiosidad ver qué estamos tomando y nosotros nos tomamos el tiempo de explicarle. Algunos se animan a tomar. En el vestuario también nos hacemos presentes y ponemos música nuestra que a ellos les gusta”.
El manager del equipo y el club Jonava FK tienen gran simpatía por los argentinos, a tal punto que una de las camisetas alternativas es similar a la de la Selección: desde el año 2017 los colores alternativos del club pasaron a ser el celestes y blanco, con aires al modelo que la Albiceleste utilizó en el Mundial de Alemania 2006.
El acostumbrarse a la cultura de un nuevo país no es para nada sencillo. Para fortuna de Tapia, el inglés es muy utilizado en Lituania y es una herramienta clave para hacer más pasable el día a día. “El idioma que manejan todos acá es el lituano. Uno de los argentinos que juega acá habla muy bien inglés y es el que mejor la lleva. Yo estoy estudiando pero más o menos también lo manejo y es la lengua secundaria que hablan acá. Algunas palabras en lituano sabemos que son las básicas: perdón, gracias, por favor, hola”, agregó sobre la estadía que por ahora durará hasta noviembre.
Y añadió sobre el tema de la gastronomía y el trato con los habitantes locales: “Lo más me llamó la atención acá en Lituania es la gente. Es muy cerrada y muy conservadora, no suelen abrirse hacia alguien de afuera. En la vida diaria hace mucho frío hasta ahora que estamos a poco de arrancar el verano, y si uno no está acostumbrado a las temperaturas puede hacerse difícil. Después por el lado de la comida se maneja lo mismo de siempre, con mucho pollo y ensaladas. Se toma mucha sopa y una de las gratas sorpresas que me topé es que hay empanadas muy parecidas a las argentinas”.
Las frías temperaturas son una característica de la zona y, aunque ahora están entrando en verano, la mayoría de los partidos se disputan en condiciones especiales. “La mayor parte del año es muy frío. En invierno y otoño hay temperaturas muy bajas al nivel que la nieve es un condimento cotidiano con el cual lidiar. En esos tiempos la liga se desarrolla en canchas de césped sintético y casi todos los estadios son cerrados, con techo. Pero ahora que está llegando el verano y el pasto no se quema por el frío, estamos empezando a jugar en algunas canchas de césped natural”.
Cabe destacar que el básquet es el deporte más popular de Lituania. Su selección nacional y los clubes locales protagonizan con buenos resultados los campeonatos europeos y algunas de las máximas figuras logran el salto a la NBA: Mindaugas Kuzminskas (New York Knicks), Domantas Sabonis (Indiana Pacers), Donatas Motiejūnas (New Orleans Pelicans) y Jonas Valančiūnas (Memphis Grizzles) actualmente compiten en la mejor liga del planeta. A nivel FIBA, la selección lituana es una de las más potentes y respetadas del mundo.
Más allá de la influencia de la pelota naranja, Jorge Tapia admitió que quedó a gusto con el nivel de juego que se encontró en los nueve equipos que integran la A Lyga: “Sinceramente me sorprendió el nivel fútbol lituano, yo no conocía nada. La liga en la que estamos da la chance de ingresar a competiciones continentales europeas y encima venimos de clasificar a los cuartos de final de la Copa de Lituania”.
El campeón del torneo accede al cupo para jugar fase previa de la UEFA Champions League y del segundo al cuarto obtienen un boleto para disputar la Europa Conference League, lo que significa una importante vidriera de extranjeros para saltar a otra liga más competitiva del continente. Aunque el arranque del FK Jonava no fue el mejor, se espera que con la adaptación de los nuevos futbolistas levante cabeza y termine peleando un cupo para uno de los certámenes internacionales.
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