Leandro Paredes, a los 27 años, se convirtió en una de las piezas importantes dentro de la selección argentina. Hoy le toca compartí el campo de juego tanto en su club como en el combinado nacional con Lionel Messi. Sin embargo, hace algunos años, tuvo un fuerte encontronazo con la Pulga. En una distendida charla con Caja Negra, el hombre surgido de la cantera de Boca Juniors rememoró esta anécdota y brindó detalles de cómo es el vestuario del PSG y la Scaloneta.
El año pasado, el conjunto de la capital francesa se enfrentó con Barcelona en los octavos de final de la Champions League. Durante uno de esos partidos, en los que los franceses festejaron con un global de 5 a 2, una frase del mediocampista le cayó mal al rosarino, quien no dudó en recriminarle.
“Es difícil tenerlo de rival. Los días previos me preguntaba qué hago para intentar, de alguna manera, pararlo. Pero es muy difícil Por suerte me fueron bien las cosas”, comenzó su relato. Y luego, añadió: “Se enojó, porque había hecho un comentario hacia mis compañeros y me escuchó, y se calentó. Estaba re caliente. Me cagó a puteadas, mal. Yo me quería matar, me quería ir a mi casa”
Pese a esta disputa, su vínculo nunca se vio afectado. “Después lo vi en la Selección y actuó como si nada. Me demostró lo que es como persona. La relación siguió como venía. Ahora, cuando sale la conversación, lo hablamos y nos reímos, pero estaba re caliente. Me quería matar”.
Durante la entrevista también develó cómo fue el detrás de escena para convencer al ‘10′ de recalar en París. “A Leo intentamos convencerlo en Ibiza, después de la Copa América. Pero él tenía una decisión, que era renovar con su club. Después pasó lo que pasó. Al día siguiente se fue a Barcelona y el día que viajaba nos dijo que iba a jugar con nosotros. Le dije que hasta que no lo vea no le creía”.
“Tenemos un grupo entre los argentinos. Tenemos stickers, hay de todo. Tengo de Leo, y se los mando. Se caga de risa. Yo hablo con stickers. Fide (Di María) también los usa mucho., pero yo soy el más pesado”, comentó entre risas el ex Chievo Verona, Empoli y Roma de la Serie A.
Continuando con la intimidad del plantel dirigido por Lionel Scaloni, el volante central confesó que “Papu (Gómez) es el que le da alegría a la Selección, es muy divertido” y que “el Dibu (Martínez) está re loco, no le importa nada. Es un loco lindo”.
Con otro de los hombres albicelestes con los que tiene un fuerte vínculo es con Rodrigo De Paul. “Tengo una relación muy buena con él, también fuera de la cancha. Tenemos la misma mentalidad para jugar, la misma manera de vivir la vida. Tenemos una relación muy buena”.
“Seguramente va a ser un grupo muy difícil, es un Mundial. todos se preparan de la mejor manera. Nunca hubo un mundial fácil, pero nosotros tenemos que pensar en llegar en la mejor manera”, recalcó. Argentina quedó como cabeza de serie en la zona C, donde enfrentará a Arabia Saudita, México y Polonia. “Hay selecciones muy buenas, como Francia, Brasil, Inglaterra, España, que juega muy bien. Alemania siempre pelea arriba. Son selecciones que van a pelear”.
Otras frases destacadas:
Sus inicios en Boca y la broma que le hizo el Bichi Borghi:
“Fue increíble y raro. Era chico, tenía 15 años. Me llamó mi entrenador y me dijo que tenía que presentarme en Primera. Fue un sueño cumplido, pero que no me esperaba a tan corta edad. El Bichi Borghi era el técnico. Me hizo una joda. En la pizarra decía que me tenía que presentar en el gimnasio. Él llegó más tarde y me dice ‘¿qué hacés acá?’. Vi mi nombre en el pizarrón y decía que me tenía que presentar acá. Me pregunta cuál es mi nombre y se lo digo. Y me dice ‘se habrán equivocado, ¿podés esperar afuera?’. En ese momento se me cayó el mundo. Estuve 10 segundos fuera del gimnasio, que para mí fueron cuatro o cinco horas. Él volvió a salir y me dijo que era una broma, que entrara y me presentara. En ese momento quería llorar, irme a mi casa, no sabía qué hacer.
“El otro día lo vi a Battaglia y me hizo acordar una anécdota. En el primer entrenamiento que hago con Primera el Bichi Borghi quería ver cómo reaccionaba a una patada. Hizo una reunión para que alguno me pegara una patada apenas empiece el partido. Me contaron que el Chaco Insaurralde levantó la mano, pero él le dijo ‘vos no, que sos muy bruto’. Y le dijo a Battaglia. Yo me enteré después. La primera que toqué Battaglia me levantó por el aire”.
Su desembarco al PSG:
“Tuve la oportunidad de cambiar a un club importante, donde había jugadores de altísimo nivel, y creo que no era para dejar pasar. En ese momento Zenit no me quería dejar ir, pero sabía que no podía dejarla pasar. Hablé con el entrenador, que había jugado ahí. Le dije que estas oportunidades no aparecen siempre. Y eso ayudó a que vaya.
“Muchos me preguntan el tema ego en el vestuario, pero tenemos la suerte de que hay gente muy humilde, ganadora, que quiere seguir ganando cosas. Eso es importante. Disfruto de mis compañeros y de compartir cosas con ellos”.
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