Cuando faltaban pocos minutos para el horario estipulado por la UEFA para el comienzo de la final de la Champions League, la cabecera donde esperaban los hinchas del Liverpool tenía algunos vacíos notorios. La organización, presionados por algunos dirigentes del cuadro inglés, decidió postergar la patada inicial media hora para darle tiempo a ingresar a los fanáticos. Sin embargo, el caos que se estaba viviendo en las afueras del Stade de France era más grave de lo que se pensaba.
Los videos de cómo algunos simpatizantes se colgaron de las rejas para burlar la seguridad se hicieron rápidamente virales y dentro de ese calvario quedó encerrada Julia Vigas, esposa de Thiago Alcántara. “No me gusta comentar estas cosas pero esta vez necesito expresarme. La final de ayer fue una auténtica pesadilla, y no se trata de fútbol, va mucho más allá del resultado”, relató en primera persona la española en su cuenta de Instagram.
Y agregó detalles sobre las malas gestiones que hubo por parte de UEFA: “Debido a la falta de organización y seguridad, hubo muchos momentos de miedo. Constantemente amenazados por bandas de ladrones, que intentaban asaltarnos y se colaban en el estadio sin entrada”. La Policía de París ya estaba preocupada de antemano por la gran cantidad de hinchas que viajaron a la capital de Francia sin entrada y finalmente terminó siendo un problema para el ingreso ya que hubo un caudal importante de personas con tickets falsificados.
“Por eso muchos hinchas se quedaron fuera del partido provocando avalanchas de gente. La policía lanzó gases lacrimógenos contra las familias y los hinchas y algunos de ellos también fueron golpeados. Todos ellos personas inocentes. A causa de todos estos problemas, tuvimos que salir del estadio escoltados por nuestra propia seguridad. Hay que hacer algo, este tipo de cosas no pueden ocurrir en ningún tipo de evento y pedimos responsabilidades. Podría haber sido mucho peor”, concluyó Julia.
La ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, hizo un cálculo aproximado sobre la avalancha que rompió con la red de seguridad. “El prefecto estimó esta acumulación en entre 30 mil y 40 mil personas, lo que supone un exceso de personal de más del 45%. Se produjo una concentración en la explanada, lo que creó problemas de seguridad y una congestión que generó una espera extraordinariamente frustrante para la gente”, argumentó.
Sin embargo, Vigas no fue la única perjudicada. Jason McAteer, ex futbolista del Liverpool, contó su perspectiva. “Estoy muy triste. Mi esposa fue asaltada y mi hijo mayor fue atacado. Nunca se debería ir a un partido de fútbol y tener que lidiar con cosas así. Es algo que da miedo”, se quejó en charla con LFC TV. Desde el conjunto inglés afirmaron que pedirán a la UEFA una investigación a fondo para explicar cuál fue el error en las barreras de seguridad para que tanta gente sin entrada llegue hasta la última reja del recinto deportivo.
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