Llegar a Madrid el día posterior a la hazaña que consiguió el equipo de Carlo Ancelotti en la Champions League representó una experiencia en sí misma. Todavía a las seis de la mañana quedaban algunos simpatizantes borrachos de felicidad por los dos goles de Rodrygo y el penal de Karim Benzema que depositó a la Casa Blanca en una nueva final del torneo más codiciado de Europa.
Tanto en La Cibeles como en el aeropuerto de Barajas, los fanáticos permanecían con el tradicional botellón analizando hasta las últimas circunstancias la hazaña que gestó el Merengue frente al Manchester City de Pep Guardiola. Un claro ejemplo fue el de un alemán llamado Kyle, quien había viajado a España exclusivamente para ver la semifinal internacional y se perdió el vuelo de regreso por participar en los extensos festejos por las calles capitalinas. “No quiero decir cuánto me sale sacar un boleto nuevo, porque es muy caro. Pero por el partido de anoche valió la pena. Es algo que jamás volveré a vivir”, dijo el joven de Colonia en diálogo con Infobae con un castellano trabado por la cantidad de alcohol ingerida.
Él, junto a miles de simpatizantes del Real Madrid, fue uno de los tantos que invadió las zonas donde acostumbran celebrar los reyes de Europa. Y después de la hazaña frente a los Citizens, los de Ancelotti irán por el clásico.
A cuatro kilómetros del Santiago Bernabéu, por el frondoso Paseo de la Castellana, se ubica la Fuente de Cibeles. Allí los aficionados disfrutan de cada victoria bajo una estructura neoclásica del siglo XVIII, que presenta a la diosa griega de la Madre Tierra en un carro arrastrado por dos leones rugientes, que representan un papel fundamental en cada conquista.
La tradición que se instaló en la década del ochenta consiste en que después de cada título el capitán del Merengue envuelva una bufanda del club alrededor de los hombros de la estatua. Ella está asociada a la Quinta del Buitre, que ganó cinco campeonatos consecutivos de La Liga, y la última vez que se había visto una escena similar fue cuando Sergio Ramos lideró la corona número 33 en 2017; dado que en 2020 no hubo celebraciones debido a razones sanitarias. Es decir que los hinchas recién pudieron regresar esta semana cuando Marcelo y sus compañeros festejaron el certamen doméstico número 35.
Si bien muchos consideran que la edición del derby perdió sentido luego de la consagración del Real Madrid, el orgullo de la ciudad es uno de los factores que se pondrá de manifiesto nuevamente. Incluso se estima que los protagonistas del Colchonero ignoren realizar al tradicional pasillo al campeón en la previa del duelo como reconocimiento por el objetivo cumplido.
Además, el choque de potencias es una oportunidad para que el equipo de Carlo Ancelotti inflija más dolor al elenco albirrojo, que sigue luchando por terminar entre los cuatro primeros para clasificarse a la próxima Champions League. Tras ganar La Liga el año pasado, el combinado de Diego Simeone ha sufrido una especie de crisis de identidad, ya que perdió parte de su reconocida solidez defensiva en medio de un cambio hacia un estilo más ofensivo. “Hay que saber manejar los momentos complicados, que han sido pocos en estos últimos 10 años y medio”, dijo el Cholo durante la última conferencia de prensa en referencia al presente de su equipo.
Los antecedentes entre Acenlotti y Simeone están a favor del estratega argentino, dado que de las 5 oportunidades que se vieron las caras, el Cholo logró quedarse con tres victorias. Probablemente los más memoriosos recuerden el humillante 4 a 0 en el Vicente Calderón (temporada 2014/15) que concluyó con la gloria albirroja, aunque los más optimistas del Merengue confían en repetir la única victoria que registra el italiano, cuando en el presente certamen se impuso por 2 a 0 en el Santiago Bernabéu gracias a los tantos de Karim Benzema y Marco Asensio (12 de diciembre por la jornada 17).
Sin dudas, el clásico volverá a trascender las fronteras. En Buenos Aires, por ejemplo, restaurantes especializados en la gastronomía española como El Burdalero y la brasería Fervor vivirán un fin de semana especial bajo el lema El Sabor a Derby, en el que los comercios se unirán a la iniciativa que se instaló en Latinoamérica para ofrecer tapas madrileñas en el marco de este gran duelo.
En la capital ibérica, en tanto, el reconocido Mesón Txistu, que se encuentra en la Plaza Ángel Carbajo, albergará a los fanáticos del Real Madrid que sueñan con encontrarse con alguna de las figuras de la Casa Blanca, dado que es el lugar emblemático en el que comían los futbolistas para celebrar las victorias. En cambio, el Asador Donostiarra, esperará a los simpatizantes del Colchonero para revivir lo que fueron los festejos del título que ganó el Atlético en 2014; y el asador De María aguardará una vez más por uno de sus comensales más destacados: el Cholo Simeone.
Por las calles de la Plaza Mayor, la Puerta de Alcalá, El Retiro y todos los rincones de Madrid se percibe el clima festivo amparado por lo que sucederá en el Wanda Metropolitano. En toda la ciudad hay recordatorios de que el fútbol se ha entrelazado con la historia local durante más de un siglo. De hecho, la capital ibérica es considerada es la Capital Mundial del Deporte 2022, y el derby entre Merengues y Colchoneros es uno de los atractivos principales.
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