Su seriedad y el orden que caracterizan a Carlo Ancelotti quedaron de lado en los festejos del Real Madrid tras conseguir su título número 35 en La Liga de España, estrella que llegó gracias a la goleada 4-0 ante el Espanyol de Barcelona. Las celebraciones comenzaron ante sus aficionados, en el campo de juego del Estadio Santiago Bernabéu. Allí el DT tomó un rol estelar y empezó mostrar su alegría de una forma como pocas veces se lo vio.
Primero, cuando el ex volante se quiso poner la camiseta que honró la nueva conquista, sus jugadores lo levantaron y gritaron, lo que generó la ovación del público merengue. Ancelotti se desestructuró y pareció estar en un cumpleaños en el que desató toda su alegría.
Más tarde los festejos siguieron en el ómnibus con el típico desfile por las calles de la ciudad y en el techo Carletto redobló la apuesta y le hizo a Karim Benzema la conocida broma de tocar uno de los hombros y sorprender por el otro lado. Lo miró al delantero francés con una sonrisa y se unieron en un abrazo.
Pero Ancelotti fue por más y cuando empezó a sonar la música se puso a bailar y su acompañante en la coreografía fue Vinicius Junior, el atacante brasileño que está terminando una gran temporada siendo uno de los jugadores más desequilibrantes de su equipo. Recibió la confianza del entrenador italiano y es una de las piezas claves con su velocidad y gambetas por la punta izquierda. El jugador subió una foto en sus redes sociales en la que se ve al DT fumando un habano. Y la misma se hizo viral.
Luego de circular por las calles de la capital el plantel madridista llegó a la plaza de Cibeles, el emblemático lugar de reunión para la celebración de las conquistas de los equipos locales y de la selección española. Allí tomó el micrófono y soltó el grito de “gracias Madrid”, que enloqueció a los miles de fanáticos que se acercaron.
Ancelotti logró un récord: ganó el título en las cinco ligas más importantes de Europa: Milan en la Serie A (2004), Chelsea en la Premier (2010), PSG en la Ligue 1 (2013), Bayern Múnich en la Bundesliga (2017) y el Real Madrid en La liga (2022), equipo con el que también consiguió la Champions League y el Mundial de Clubes en 2014, méritos que también consiguió con el Milan en 2007.
El italiano comenzó a dirigir en la temporada 1995/1996 cuando estuvo a cargo del Reggiana y consiguió un total de 22 títulos en su campaña como “Mister”, que lo convirtieron en uno de los mejores entrenadores del mundo.
Con el Real Madrid tiene una relación especial por los títulos logrados en su anterior etapa en el club, en una época en la que debieron medirse ante uno de los Barcelona más poderosos de la historia con Lionel Messi a la cabeza. Luego de dos temporadas en el Everton de Inglaterra regresó a la Casa Blanca y otra vez consiguió un campeonato.
Pero esta estrella 35 en La Liga sirvió de previa para lo más importante en el horizonte para el Merengue: el partido de vuelta por las semifinales de la Champions League ante el Manchester City, con el que perdió 4-3 en Inglaterra y buscará pasar al partido decisivo.
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