No son días fáciles los que atraviesa el Chelsea. Más allá de la victoria ante el Norwich por la fecha 30 de la Premier League y en la antesala de lo que será la revancha por la serie de octavos de final de la Champions League ante el Lille, de Francia, a la que llega con la ventaja de haber ganado la ida por 2-0, el club atraviesa sus horas más difíciles tras las restricciones que le impuso el gobierno británico al dueño Roman Abramovich.
En las últimas horas, las oficinas de Stamford Bridge recibieron un nuevo golpe en una nueva medida que afectó de manera directa al manejo de la economía. El banco inglés Barclays congeló de manera momentánea las tarjetas de crédito del equipo debido a las sanciones que le fueron aplicadas al propietario ruso y a la institución por igual.
Según indicó el diario británico The Sun, la entidad financiera temió que permitir que los Blues realizarán alguna transacción significaría que estaría infringiendo la ley establecida. Los banqueros suspendieron temporalmente las tarjetas corporativas en una respuesta de “aversión al riesgo” a las sanciones del Reino Unido impuestas al amigo de Vladimir Putin.
Es más, el periódico indica que fue el propio Abramovic el que le ordenó al Raine Group que les dijera a los postores que presentaran ofertas para comprar el club que se consagró como el mejor equipo de Europa en la última Champions League antes del próximo viernes 18 de marzo a pesar de que las sanciones le impedirán quedarse con dinero alguno.
Otro medio como el Daily Mail informó que el Chelsea va camino a la bancarrota y que podría quedar al borde de la quiebra en poco más de 15 días, lo que ha llevado a los ministros del Gobierno británico a considerar seriamente la opción de forzar la venta del club por cerca de 4.000 millones de dólares sin que el dueño ruso tenga que dar permiso.
Luego de las restricciones impuestas por Gran Bretaña, el equipo perdió ingresos en lo que se refiere a la venta de entradas y a la comercialización del merchandising. Es más, quien hasta hace algunos días, decidió ponerle fin a uno de los contratos más lucrativos en el fútbol europeo. “A la luz de las sanciones recientemente anunciadas por el gobierno hemos pedido al Chelsea Football Club que suspenda nuestra asociación. Principalmente la supresión de nuestra marca de las camisetas y las cercanías del estadio hasta nueva orden”, anunció la empresa de telefonía Three UK en un comunicado que difundió.
Los ejecutivos de la compañía de Reading invitaron a las autoridades del Chelsea a tapar los logos de su marca tanto en la indumentaria deportiva -era el sponsor en la camiseta- como también en los alrededores del estadio Stamford Bridge. El vínculo firmado por Three y la institución londinense fue rubricado en 2020, con una extensión de tres años, a cambio de una cifra cercana a los 52 millones de dólares, según mencionó el medio The Athletic.
Además del bloqueo de activos, Abramovich no podrá ingresar en territorio británico y tendrá prohibido hacer cualquier tipo de negocio en suelo inglés por su “estrecha relación” con el régimen de Vladimir Putin. De esta forma, sus intenciones de desprenderse de los Blues se han visto abruptamente paralizadas y el futuro del club es una incógnita.
Pat Nevin, que jugó para los Blues y todavía escribe para el sitio web del club, reveló en una entrevista con BBC 5Live que algunos miembros del personal del club ya habían sido “despedidos parcialmente” a raíz de las sanciones financieras. La ex estrella también advirtió que el futuro del Chelsea sigue “en grave peligro” y pidió a Abramovich que venda la institución a las “personas adecuadas”.
En ese sentido, también habrá que resolver las definiciones del primer equipo que dirige el alemán Thomas Tuchel. Sobre todo el de los contratos de algunos jugadores que podrían irse gratis, como el capitán César Azpilicueta o los defensores Antonio Rüdiger y Andreas Christensen, y también el futuro cercano de otras figuras como Romelo Lukaku, que podría volver a Italia, y varios futbolistas que podrían ser vendidos para recuperar el dinero perdido con las sanciones impuestas por el gobierno inglés.
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