Luego de debutar como profesional en el Dinamo Kiev y jugar varios años en el Dnipro Dnipropetrovsk, también de Ucrania, Roman Zozulya dejó su país de origen en 2016 para probar suerte como jugador en el fútbol español. Recaló en Betis, donde militó una temporada, pasó por el Albacete y hoy defiende los colores del Fuenlabrada, de la segunda división. Nacionalista empedernido, el delantero kievita no dejó pasar por alto la guerra que Rusia le declaró a Ucrania.
En una publicación que compartió en su cuenta de Facebook, Zozulya realizó una sorpresiva comparación: “El mundo debe darse cuenta de que Putin es una reencarnación de Hitler. Y sus planes son más ambiciosos que la captura de Ucrania. Por lo tanto, ahora es más importante que nunca que el mundo se una e imponga sanciones económicas contra este régimen maldito”.
Mientras otras personalidades del deporte ucraniano exigieron paz en su territorio con mensajes conciliadores, el ex futbolista del seleccionado nacional alentó a las fuerzas armadas de su país: “Con apoyo físico, estoy seguro, nuestro ejército le hará frente, porque su carácter se forja a partir del acero. Nuestra victoria está cerca, así como el final espectacular del mal del Kremlin. Creo en Ucrania, creo en la victoria, ¡creo en el ejército ucraniano!”.
Este recado no tomó desprevenidos a muchos, ya que Zozulya es fundador de la organización militar Narodna Armiya (Ejército del Pueblo), según confirmó el Servicio de Inteligencia ucraniano. Este grupo paramilitar de ultraderecha que opera en la zona de Donbass contra las milicias prorrusas recluta a hombres armados que arriesgan su vida por la fundación. En más de una ocasión, el futbolista posó con los militares y hasta incluso con armas en fotos que difundió por Twitter.
Durante su estadía en Albacete, un partido debió ser suspendido después de que los hinchas del Rayo Vallecano le dedicaran cánticos acusándolo de “puto nazi”. “Todo lo que se dice sobre mí no es verdad. Solo soy un futbolista y patriota de mi país. Soy partidario de mi país. Soy apolítico y contrario a todas las ideologías”, se había defendido Zozulya tras aquel episodio. Anteriormente, su transferencia al equipo de Vallecas se había cancelado por el repudio del público ante su postura de defender al ejército ucraniano.
Su historia tomó total repercusión cuando -en las redes sociales- se tomó una foto junto a la imagen de Stepán Andríyovich Bandera, activista político y de los más destacados personajes del movimiento nacionalista e independentista ucraniano, vinculado a la extrema derecha y de estrecha relación con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Roman Zozulya se excusó diciendo que solamente se había comparado por su parecido físico.
A horas del partido de mañana del Fuenlabrada, que lucha por la permanencia contra Almería, que pelea por ascender, el entrenador Sergio Pellicer respaldó a su dirigido, al que convocó para el compromiso: “Roman es un profesional espectacular. Como persona creo que hay que conocerlo. Es un jugador que antes estaba teniendo protagonismo y ahora, con la irrupción de Bouldini, está participando menos pero le ves en el día a día de entrenamiento y es brutal. Lo único que puedo decir es que tiene totalmente nuestro apoyo y que lo peor en esta vida es mezclar la política con el deporte”. Y aagregó: “Todo lo que hemos podido hablar con él y arroparle se queda para nosotros pero le he visto entrenar con mucha energía, como el primer día que llegué. Tiene todo nuestro apoyo. Ningún tipo de problema”.
EL MENSAJE COMPLETO DE ROMAN ZOZULYA:
“Nunca hemos sido naciones fraternales, porque los hermanos no tratan de imponer complejo de inferioridad y lanzar una soga al cuello cuando se necesita. Siempre hemos sido el hueso de la garganta para la mayoría de gobernantes de los “grandes y poderosos”. En varios períodos históricos, se buscaron someter, morir de hambre, perseguir, sembrar y matar por el derecho a hablar nuestra lengua materna, expresar una posición y buscar la independencia. Y cuanto más apretaban, más fuertes salimos de ella. Nunca tuvimos Síndrome de Estocolmo, simplemente tuvimos una total falta de percepción de su violencia y control. En la historia de Ucrania, lo demostramos una vez cada década en los Maidans. En cambio, nuestros vecinos tienen miedo de levantar la cabeza y expresar la protesta del rey du ševnohvoromu. Por supuesto, hay rusos conscientes que han expresado repetidamente su apoyo por nosotros, pero son muy pocos. La gran mayoría es zombificada por propaganda de biomasa. Pero es su elección vivir con miedo y opresión. Y no estamos en el camino con ellos.
Somos una nación pacífica sin planes para atacar a nadie. Tenemos gente suficiente y nuestras tierras, pero no se las daremos a algún loco. En el octavo año de guerra, finalmente todo el mundo vio y se dio cuenta de que no hay conflicto civil en Ucrania, que hemos estado frenando la agresión rusa durante 8 años y no dejando que se propague a toda Europa. Costó 15 mil vidas...
Por lo tanto, el mundo debe darse cuenta de que Putin es una reencarnación de Hitler. Y sus planes son más ambiciosos que la captura de Ucrania. Por lo tanto, ahora es más importante que nunca que el mundo se una e imponga sanciones económicas contra este régimen maldito. Y con apoyo físico, estoy seguro, nuestro ejército le hará frente, porque su carácter se forja a partir del acero. Nuestra victoria está cerca, así como el final espectacular del mal del Kremlin. Creo en Ucrania, creo en la victoria, ¡creo en el ejército ucraniano!”.
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