Wayne Rooney ha sido una de las máximas estrellas del fútbol inglés y hoy imparte toda su experiencia desde el banco de suplentes, como entrenador del Derby County de la segunda división de su país. Sin embargo, detrás de todo ese brillo y de los elogios que recibía de parte de los fanáticos y de la prensa, había una historia de oscuridad y sufrimiento. Así lo reconoció el ex futbolista en una serie de entrevistas que brindó en la previa de lanzamiento del documental que contará detalles desconocidos de su vida.
“Me encerraba a beber para sacarme todas esas cosas de la cabeza”, reveló respecto de cómo hacia para lidiar con las presiones en uno de los mejores momentos de su carrera como figura del Manchester United y de la selección de Inglaterra. “Encerrarme me hacía olvidarme de esas cosas con las que tenía que lidiar. bebía en exceso en soledad”, agregó sobre aquellos momentos previos al nacimiento de su primer hijo, Kai, que ocurrió en 2009.
Respecto de esos duros momentos, relató: “Me tomaba un par de días en los que no quería ver a nadie. Me sentaba en mi casa y, durante dos días, tan solo bebía. Al tercer día estaba de nuevo entrenando. Debía alinearme, ponerme gotas en los ojos y superar esa semana de trabajos. Realmente estaba en un mal momento”.
Para Rooney, por ese momento una de las estrellas más rutilantes del fútbol mundial, era imposible conversar con sus compañeros de equipo sobre esta depresión que estaba atravesando. Por eso destacó cómo, afortunadamente, los tiempos también van cambiando en el fútbol y cómo las cuestiones de salud mental son cada vez más visibilizadas.
“Ahora las personas están más empoderadas a la hora de hablar de este tipo de cosas. En aquellos tiempos tenías que sufrir internamente antes de hablar abiertamente de tus pensamientos”, señaló. En ese sentido, contó que siempre trató de lidiar con estas cuestiones en soledad antes de pedir ayuda.
El actual entrenador del Derby County comprende que los orígenes de este calvario que tuvo que atravesar están en su infancia. “Yo estaba siempre enojado y era agresivo de pequeño”, admitió. “Eso fue bastante obvio cuando empecé a jugar al fútbol. Era obvio que tenía algunos temas con los que tenía lidiar y hoy, afortunadamente, están bajo control”.
A los 36 años, aquellos tiempos difíciles son parte del pasado para el ex futbolista recordado por haber marcado más de 250 goles en las 559 presentaciones que tuvo a lo largo de 13 años con la camiseta de Los Diablos Rojos. A días del estreno de Rooney, el documental que contará parte de su vida en la plataforma Amazon Prime, el inglés asegura que la depresión y el alcoholismo son parte del pasado. “Mi relación con la bebida está bien ahora. No tengo problemas. Aún tomo un trago de vez en cuando, pero no como solía hacerlo cuando jugaba. Está todo bajo control”, concluyó con alivio.
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