La gran mancha de la jornada en la Copa del Rey ocurrió en el clásico andaluz que disputaron Betis y Sevilla en el estadio Benito Villamarín en busca del pasaje a los cuartos de final del certamen. El duelo debió ser suspendido luego de que Joan Jordán, jugador del equipo visitante, fuera alcanzado por una barra que fue arrojada desde las gradas hacia el campo de juego.
Iban 41 minutos del primer tiempo cuando ocurrió el incidente que posteriormente llevaría a las autoridades a decidir la suspensión del encuentro. La visita se había puesto en ventaja a los 35′ con una estupenda conquista de Alejandro Papu Gómez y el local acababa de decretar el empate gracias a un gol olímpico del francés Nabil Fekir. Cuando la defensa del Sevilla se disponía a retomar sus posiciones de cara a la continuidad del juego, una barra de plástico voló desde las gradas e impactó de lleno en la cabeza del número 8 del elenco visitante. Las imágenes pronto se viralizaron en las redes y recorrieron el mundo.
Inmediatamente, el árbitro Ricardo de Burgos detuvo las acciones y ordenó el ingreso de los médicos para que Jordán fuera atendido. Luego se trasladó hacia el costado del campo de juego -siempre con la barra que lastimó al futbolista en la mano- para conversar con delegados de ambos equipos y poder determinar cómo seguir. En principio, hasta tanto las autoridades tomaran una decisión definitiva, se ordenó a los equipos que se retiraran hacia los vestuarios.
Los locales dejaron en claro que querían continuar con el partido. De hecho, volvieron a salir al campo de juego y hasta debatieron algunas cuestiones tácticas en el banco de suplentes. Pero, con el correr de los minutos, quedó en claro que las garantías no estaban dadas para reanudar las acciones, aún a pesar de que un nutrido grupo de policías ya se había apostado en el lugar del que presuntamente se ubicaba la persona que arrojó la barra.
Casi una hora duró la deliberación hasta que se acordó suspender de manera definitiva el encuentro. “La RFEF condena todo acto de violencia en los terrenos de juego”, fue el mensaje de la Real Federación Española de Fútbol en sus redes sociales, sin dar mayores precisiones respecto de cuándo se disputará lo que resta del encuentro.
En su informe, que fue reproducido por el diario Marca, el árbitro De Burgos detalló que Jordán fue agredido con “una barra hueca de aproximadamente 50 cm de PVC”. En ese sentido, también especificó que el lanzamiento de ese objeto se realizó desde “donde se encontraban seguidores que portaban camisetas, bufandas y banderas del equipo local”.
El Sevilla publicó horas más tarde un comunicado en el que confirmó que Jordán sufrió un traumatismo craneoencefálico, razón por la que quedará en observación domiciliaria hasta que pasen 24 horas sin que presente síntomas de alarma. El club explicó que el jugador “abandonó el Benito Villamarín sensiblemente aturdido y fue trasladado al hospital, donde fue explorado y se le realizaron una serie de pruebas que marca el protocolo debido a la contusión”,
“El Sevilla FC condena el acto violento que ha sufrido hoy Joan Jordán, un hecho inaceptable en el mundo del deporte cometido por un individuo que, por supuesto, ni mucho menos representa a la afición del Real Betis ni a la forma de vivir el fútbol en nuestra ciudad. Asimismo, el club exige el mayor de los respetos para la figura de Joan Jordán, un profesional íntegro y una persona ejemplar que ha sufrido un ataque infame”, concluye el escrito, cuya última línea hace alusión a las acusaciones que ha sufrido el futbolista de haber simulado y/o exagerado las consecuencias del golpe que recibió dentro del campo de juego.
Esta no es la primera vez que el clásico andaluz debe suspenderse por un hecho violento. En 2007, y también por la Copa del Rey, el partido se vio interrumpido cuando un fanático del Betis arrojó hacia la cancha una botella que dejó inconsciente a Juande Ramos, por entonces entrenador del Sevilla. Un mes después, las acciones se reanudaron a puertas cerradas en el estadio del Getafe y los Blanquirrojos se quedaron con la clasificación a la siguiente fase.
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