El encuentro que París FC y Olympique de Lyon disputaron este viernes por los 32avos. de final de la Copa de Francia debió ser suspendido luego de que fanáticos del conjunto de la capital invadieran el campo de juego en el entretiempo. Este incidente se suma a la larga lista de violentos episodios que han ocurrido en el fútbol francés en lo que va del año.
Todo comenzó durante el primer tiempo, cuando los aficionados del equipo de Lyon lanzaron bengalas hacia los del equipo rival y también contra los agentes de la seguridad privada instalados cerca del campo de juego del estadio Chaléty. A pesar del clima tenso, el partido siguió adelante y, al termino de la etapa inicial, el marcador estaba 1-1 por los goles de Gaetan Laura para local y Moussa Dembélé para la visita.
Pero durante el descanso los cruces se volvieron más violentos y un gran número de fanáticos del París FC invadieron el campo de juego. Por ese entonces, los jugadores y los árbitros ya habían dejado los vestuarios y estaban dispuestos a iniciar la disputa del complemento. Los incidentes los obligaron a regresar a los camarines. Luego de casi una hora de negociaciones entre los protagonistas y las autoridades, se decidió dar por suspendido el encuentro.
Esto ocurre tan solo 24 horas después del anuncio de que todo partido del fútbol profesional en Francia será suspendido de inmediato cuando un jugador o árbitro resulte lesionado por un proyectil lanzado desde las gradas. La medida promovida por los ministerios de Deportes, Interior y Justicia responde a una serie de incidentes en los estadios esta temporada en la liga francesa. También se acordó prohibir la venta y uso de botellas de plástico desde julio próximo.
Además, todos los clubes profesionales deberán desplegar desde la próxima temporada métodos de protección, como redes, para prevenir que aficionados entren a la cancha y el lanzamiento de proyectiles. Otra medida será reforzar las sanciones para establecer vetos de hinchas a los estadios. A largo plazo, las autoridades francesas considerarán introducir una nueva multa en el código penal para castigar a los aficionados que traten de ingresar a los estadios con bengalas.
En agosto pasado, el duelo entre Niza y Marsella se suspendió durante 90 minutos y luego fue cancelado. Ese día, los aficionados del dueño de casa irrumpieron en el terreno de juego y se empezaron a pelear con jugadores y el personal de la visita. Semanas más tarde, fanáticos del Lens invadieron el campo de juego con el objetivo de ir en busca de los aficionados del Lille para entablar una pelea. Tras la intervención de los efectivos policiales, la batalla campal pudo ser contenida y no pasó a mayores, pero obligó a retrasar el inicio del segundo tiempo.
El pasado 21 de noviembre, Dimitri Payet recibió el impacto en la cabeza de una botella de agua lanzada desde la grada en el choque del Olympique de Marsella ante el Lyon. El árbitro del encuentro decidió interrumpirlo y enviar a los equipos a los vestuarios. Después de casi dos horas se confirmó la suspensión definitiva. Dos días más tarde, el hombre que arrojó el proyectil fue condenado el martes a seis meses de prisión en suspenso. Wilfried Serriere, de 32 años, también fue expulsado del estadio Parc OL de Lyon durante cinco años como resultado de su comportamiento.
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