A menos de 24 horas del despido de Ronald Koeman tras la dura derrota frente al Rayo Vallecano, Barcelona anunció que un entrenador interino se hará responsable del primer equipo hasta el anunció de quién será el nuevo DT del plantel profesional. El elegido para reemplazar de manera provisoria al neerlandés es Sergi Barjuan, actual conductor del Barça B.
Así lo anunció el club catalán a través de un comunicado que difundió en su sitio oficial. “El FC Barcelona informa que Sergi Barjuan, actual entrenador del Barça B, se hará cargo de forma provisional de la dirección técnica de la primera plantilla. El interinaje en el banquillo del primer equipo cerrará en cuanto el Club cierre la contratación de un nuevo entrenador, tras la destitución de Ronald Koeman”.
De esta manera, sin precisar el tiempo que Barjuan se mantendrá al frente del equipo, el equipo culé lo tendrá en el banco por lo menos el próximo sábado cuando el Barcelona reciba al Alavés por la liga española. Hay que destacar que durante la semana siguiente habrá acción por la fase de grupos de la Champions League: el conjunto blaugrana, con la necesidad de sumar tras haber acumulado sólo tres puntos en los primeros tres encuentros, visitará al Dinamo de Kiev en Ucrania.
El reporte de la institución también indica que el nuevo DT interino será presentado esta tarde al plantel profesional en la práctica por el presidente Joan Laporta, que mañana dará una conferencia de prensa junto al entrenador.
Ahora, cuando todos apuntan a que el reemplazante del neerlandés será Xavi Hernández, hoy al frente del Al Sadd de Qatar, el Barcelona tendrá a un viejo conocido a cargo de la plantilla. Barjuan se formó en las divisiones inferiores del club y tuvo su debut de la mano de Johan Cruyff en 1993. Tras nueve temporadas, y sin ser tenido en cuenta por Louis van Gaal, dejó el club y se mudó al Atlético Madrid, donde se retiró como jugador.
En 2009 retornó como DT del juvenil B del Barcelona para luego tener otras experiencias en el Recreativo de Huelva, Almería, Mallorca y Zhejiang, de China. En junio pasado, con el regreso de Laporta como mandamás del club, se hizo cargo del Barça B.
Después de un difícil comienzo en La Liga, en la que acumuló tres derrotas en los primeros 10 puntos que lo ubica en la 9° posición de la tabla, a seis unidades del líder Real Madrid, el club decidió destituir a Koeman, que había firmado como entrenador del primer equipo para el comienzo de la temporada 2019-2020 para suplir a Quique Setién.
Durante su proceso, el elenco azulgrana pudo conquistar la Copa del Rey, su único título. Pero esta temporada, luego de la abrupta salida de Lionel Messi y sin la chance de sumar a jugadores de renombre, más allá de las incorporaciones de Memphis Depay, Eric Garcia o Sergio Agüero, los problemas futbolísticos se agravaron en el campo de juego y el equipo no logró conformar un estilo confiable.
La derrota en el último clásico en el Camp Nou ante los Merengues (1-2), sumado a las dos goleadas en contra por la Champions League ante Bayern Múnich y Benfica, ambas por 3-0, fueron golpes que resonaron en las entrañas de la institución culé.
“Puede ser que los otros equipos tengan plantillas más equilibradas, más físicas. Pero hemos demostrado que podemos competir con ellos. La mala suerte, las lesiones, son excusas. Hemos demostrado estar a un buen nivel, pero no es suficiente”, dijo Koeman su diálogo con la prensa antes de ser despedido. El histórico ex defensor de los blaugranas, que supo ganar la Copa de Europa en 1992 con el club, se retira de la ciudad catalana con un récord de 39 victorias, 12 empates y 16 derrotas en los 67 partidos que dirigió.
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