Una de las cartas por las que apostó Jorge Sampaoli en el último mercado de pases y particularmente en el complemento del clásico de Francia entre Olympique de Marsella y París Saint Germain el pasado domingo fue Konrad de la Fuente. El atacante norteamericano de 20 años, formado en Barcelona, puntualizó las grandes diferencias que existen entre uno y otro club en cuanto a las exigencias en las prácticas.
“Noté mucho la diferencia de entrenamientos respecto al Barça, sobre todo en pretemporada. Estaba flipando. Empezamos a entrenar dobles sesiones, teníamos que estar ahí a las 8 de la mañana, me despergaba a las 7”, reveló en el programa Jijantes FC. Paradójicamente, volvió a cruzarse con Lionel Messi después de haber compartido plantilla con él en la 2020/2021. Hoy son adversarios y se encuentran en dos de los conjuntos más competitivos de la Ligue 1.
Una de las cualidades de los conjuntos dirigidos por Sampaoli son el vértigo y despliegue físico a lo largo de los 90 minutos. Es por eso que la fase preparatoria para la competencia oficial resulta fundamental para adoptar las ideas tácticas pero también apostar a lo físico. “Los entrenamientos duraban dos horas y media, más otra hora de gimnasio... Después del entrenamiento, partido largo. Y luego también por la tarde. Sin días de descanso y con partidos de preparación entre semana. Fue difícil”, añadió.
Konrad pasó a ser una carta importante dentro de la plantilla del DT argentino. Sobre su relación con Sampa, el nacido en Miami con ascendencia haitiana, comentó hace algún tiempo: “Quiere que empuje el balón hacia adelante cada vez que tenga la oportunidad. Que me mantenga abierto cuando recibo el balón, empuje a la defensa del otro equipo hacia atrás, y vaya 1 contra 1. Que cree oportunidades de gol tanto como pueda”.
Al mismo tiempo, explicó por qué decidió mudarse del territorio catalán: “Desde mitad de temporada pasada ya valoraba con mis representantes y mi familia qué sería lo mejor para mi futuro. Siendo realistas, tener minutos valiosos en el primer equipo es difícil porque es el Barça. Una cosa es que te den 10 minutillos cuando el equipo va mal, o ayer, por ejemplo, que me dieron 25 minutos con el empate contra el PSG”. Su mentalidad cambió por completo desde que arribó al Velodrome: “Llevo más de 500 minutos, con 20 años, y estamos en el mes de octubre en mi primer año de carrera profesional”.
Sin embargo, el estadounidense que firmó contrato con la entidad francesa hasta 2025, persigue una meta según contó hace unas semanas: “Mi objetivo es acabar algún día jugando en el Barcelona, y sé que la mejor forma de que eso ocurra es marcharme, porque necesito conseguir esos minutos de primera división”.
SEGUIR LEYENDO: