“Para mí, sigue siendo lo mismo. Sigue siendo el mejor partido que existe en el fútbol”
“El Clásico seguirá siendo el Clásico para siempre. Hablamos de dos entidades con más de un siglo de historia, no hay partido más importante”
Tanto Karim Benzema, dueño de la primera frase (en diálogo con ESPN), como Samuel Eto’o, autor de la segunda (La Gazzetta dello Sport), coincidieron recientemente a la hora de ser consultados sobre este nuevo enfrentamiento entre dos de las máximas potencias de Europa y que hoy transitan un presente complejo. El Camp Nou será el escenario de un duelo que quedará en la historia por el contexto en el que se llevará a cabo.
Pasaron 16 años desde la primera vez que Lionel Messi y Sergio Ramos se vieron las caras en lo que representa uno de los partidos más importantes del mundo. Desde aquel 19 de noviembre del 2005, en el que Barcelona se impuso por 3-0 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, comenzó a gestarse una rivalidad que trascendió todo tipo de fronteras.
En ese momento La Pulga, más pulga que nunca con 18 años, iba a interpretar una gran actuación por la banda derecha superando constantemente a un tal Roberto Carlos. Si bien no convirtió, fue el asistidor para el primer tanto de Eto’o, mientras que Ronaldinho, con dos goles, se llevó todos los aplausos.
Sin los músculos, tatuajes y barba que lo caracterizan, del otro lado el joven defensor español de 19 años no tuvo su mejor performance, pese a ocupar desde ese entonces la titularidad junto a Ivan Helguera, dentro de un equipo Galáctico.
Corrió mucha agua debajo del puente. Ambos se convirtieron en capitanes y leyendas de sus respectivas instituciones, protagonizando épicas batallas y posicionándose como los dos futbolistas con más Clásicos disputados en la historia (ambos en el primer lugar con 45 juegos). Pero el destino tenía algo preparado para ellos, una situación impensada hace apenas unos meses atrás: ver el Clásico juntos desde París.
Hoy ya no hay Sergios Ramos, Messis, Cristianos ni Iniestas. Pero como el Ying y el Yang, todo lo malo trae algo bueno y esto se deja ver en la reestructuración del plantel que están haciendo ambos equipos. Manteniendo a referentes como Gerard Piqué o Karim Benzema, las entidades están viviendo el presente mientras planifican el futuro.
Quizás apurando de más las cosas por la difícil situación deportiva, el Barcelona se aferra a Ansu Fati, de 18 años, que está llamado a liderar el ataque azulgrana en el Camp Nou junto a Memphis Depay o incluso Sergio Agüero quien vivirá por primera vez desde adentro lo que es disputar un Clásico. Del otro lado, será el momento para que Vinicius Jr. comience a tomar protagonismo y, ayudado por Karim, se gane finalmente el reconocimiento de sus aficionados.
En ellos está plasmado el futuro de ambas entidades y así lo reconocieron sus respectivos presidentes. “Vinícius no se vende, no. No se vende. Ni se toca”, aseguró Florentino Pérez en abril durante una entrevista con El Chiringuito. “Ansu representa la ilusión y la esperanza”, sentenció por su parte Joan Laporta a finales de septiembre en diálogo con Barca TV.
Cabe resaltar que recientemente el FC Barcelona renovó el contrato de su número 10 hasta junio del 2027 con una cláusula de recisión de mil millones de euros. Del otro lado, el Real Madrid también se plantea extender hasta ese año el vínculo con el brasileño que finaliza en 2025.
Dos históricos directivos. Laporta y Florentino. mediáticos, estrategas, inteligentes; que transitan sus segundos mandatos por elección de sus propios socios y que supieron saborear las mieles de la victoria así como también luchar contra las adversidades. Similares pero diferentes, uno creó un imperio a base de grandes contrataciones como Beckham, Figo y Ronaldo, y el otro conquistó el mundo del fútbol al ser parte del Sextete de Pep Guardiola y su once plagado de jugadores de cantera.
Hoy ninguno de los clubes atraviesa su mejor momento, pero aún así están preparados para dar un espectáculo a la altura en un Camp Nou con aforo total en medio de la pandemia por coronavirus, después de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, confirmara el 100% de capacidad para los eventos culturales y deportivos al aire libre. Cabe añadir que en total se disputaron dos partidos sin público desde la llegada del covid-19 y ambos terminaron en triunfos del Real Madrid.
El de este domingo será un duelo cargado de emoción y en el que ambos buscarán una victoria. De lo contrario puede ser determinante, sobre todo el elenco catalán por la continuidad de Ronald Koeman, cuyo presente se puso en duda en más de una ocasión en esta temporada. A pesar de las declaraciones del entrenador y del presidente ,intentando acabar con los rumores, es evidente que hay una interna que sólo podrá resolverse a base de buenos resultados.
Ancelotti, en cambio, pareciera tener un poco más de changüí, después de la goleada ante el Shakhtar por Champions League y por el hecho de estar bien posicionado por el momento en el campeonato local. Las derrotas más recientes contra el Espanyol (recién ascendido) y el Sheriff significaron un duro golpe, pero que podría quedar atrás para los ojos merengues si se lleva los tres puntos de Barcelona a Madrid.
Sin el máximo goleador de la historia de los clásicos en cancha (Lionel Messi con 26), el conjunto azulgrana se presentará ante su público con la obligación de ganar, no solo para devolverle la confianza a los aficionados, sino también para achicar la brecha en el historial que se extendió con las dos derrotas seguidas que sufrió Koeman, quien todavía no pudo ganar como técnico culé.
Hasta el momento, se disputaron 246 partidos registrados oficialmente de los cuales en 98 festejó el elenco de la capital mientras que 96 fueron triunfos de los catalanes y 52 terminaron en empate.
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