El partido entre Lazio e Inter por la octava fecha de la Serie A de Italia terminó en escándalo. El conjunto local se quedó con el triunfo por 3-1 tras haber comenzado abajo en el marcador y lo que más sorprendió fue la forma en la que lo festejó el brasileño Luiz Felipe. El futbolista del elenco local se subió a los hombros del argentino Joaquín Correa y desató una trifulca que involucró a jugadores e integrantes de los cuerpos técnicos de ambos equipos. Horas después del lamentable episodio, el defensor del elenco capitalino debió explicar por qué actuó de ese modo.
“Me gustaría comentar las repercusiones negativas en relación con lo ocurrido hoy al final del partido. En primer lugar, quiero dejar claro que siento un gran respeto por el Inter o por cualquier otro club. Todos somos profesionales que trabajamos para conseguir nuestros objetivos y nunca faltaríamos al respeto a otro profesional”, escribió Luiz Felipe en su cuenta de Instagram.
Y, respecto del episodio con Correa, que hoy viste los colores del Inter pero que tiene un pasado reciente en la Lazio, señaló: “Al final del partido acabé saltando sobre los hombros del Tucu porque es uno de los grandes amigos que me ha dado el fútbol. Nuestras familias son amigas y siempre hemos estado muy unidos. Lo que más quería era abrazarlo y bromear sobre el resultado, todo lo que nuestra amistad permite, pero me emocioné. Quizás, en retrospectiva, no era el mejor momento ni el lugar más apropiado”.
“Pido disculpas a todos los que se hayan sentido ofendidos y aclaro que en ningún caso he tratado de faltarle al respeto a él, a los demás jugadores o al Inter y a sus apasionados seguidores. ¡Fue un acto inocente, de una persona que tiene gran afecto por el Tucu!”, expresó en el posteo que incluyó una serie de fotos que prueban la profunda amistad que existe entre el brasileño y el atacante de la selección argentina, la cual nació cuando compartieron plantel en el conjunto romano.
El encuentro entre Lazio e Inter del último sábado tuvo varios momentos de alta tensión. La primera gran polémica llegó en el minuto 81′, cuando Felipe Anderson marcó el 2-1 de la Lazio. Allí se produjo un tumulto entre los jugadores que obligó al árbitro a amonestar a varios. La bronca de los del Inter se debió a que la conquista provino de un contraataque luego de una acción en la que Nicolo Barella había quedado tendido en el suelo, reclamando una falta en la mitad de la cancha.
Pero el escándalo mayor se dio una vez que terminó el partido. Los locales marcaron su tercer tanto ya en tiempo de descuento y, cuando el juez pitó el final, Luiz Felipe lo celebró saltando sobre los hombros de Correa. La reacción de los futbolistas del Neroazzurro fue inmediata y Lautaro Martínez fue uno de los más exaltados.
Todo derivó en una trifulca que incluyó empujones, gritos e insultos entre los jugadores y también entre los cuerpos técnicos. Cuando los ánimos se calmaron, el árbitro le mostró la tarjeta roja a Luiz Felipe y el brasileño rompió en llanto. Sin ocultar sus lágrimas, el futbolista de la Lazio trató de justificar su accionar, pero ya era tarde. Ahora, deberá esperar para saber cuál es la sanción: como mínimo, se perderá el partido de la próxima fecha en condición de visitante ante Hellas Verona.
SEGUIR LEYENDO: