La Ligue 1 ha centrado todas las miradas de los fanáticos del fútbol en las últimas semanas y esto se debe no solamente al rutilante desembarco de Lionel Messi en el PSG, sino también a los hechos de violencia que han obligado a parar o incluso a suspender partidos. Jorge Sampaoli se vio envuelto en uno de estos episodios el día que su equipo, el Olympique de Marsella, visitó al Niza y los ultras del conjunto local invadieron el campo de juego generando serios desmanes.
A raíz de esta situación -y de otras similares que se dieron en otros encuentros- al DT argentino le preguntaron en conferencia de prensa si esto podría acarrear medidas de consideración, incluso la prohibición de que los fanáticos visitantes puedan acceder a los estadios. “Sería penoso que pase eso, sería volver un paso atrás”, sostuvo.
En ese sentido, continuó: “Después de tanto distanciamiento con la pandemia, volver al campo y generar tatos disturbios parece algo muy extraño. Seguramente (habrá ) algún análisis más profundo desde lo social que tendrá que ver con este tipo de conductas que no ayudan al desplazamiento de la gente”.
El entrenador argentino consideró que “hay una gran necesidad de protagonismo” algo que lleva a que “la gente esté todo el tiempo tratando de participar de cada situación en un campo de juego y no solo los jugadores, que son lo que deberíamos proteger, disfrutar y, en algún caso, padecer”.
“Hay un montón de enfrentamientos que me ha tocado ver en Francia que tienen que ver con que la gente está siempre discutiendo, criticando o tratando de obstaculizar al otro de alguna forma”, denunció Sampaoli, que hizo un terminante pronóstico sobre lo que la continuidad de hechos como este podrían hacerle al espectáculo: “Creo que sería bueno que se le de un corte a esto, si no no va a tener fin y el fin seguramente será el del fútbol”.
El pasado 22 de agosto, Sampaoli quedó envuelto en uno de estos episodios violentos cuando ultras del NIza intentaron invadir el campo de juego para agredir al jugador del Olympique de Marsella Dimitri Payet, quien había devuelto a las gradas una de las botellas que le habían lanzado y que había impactado en su espalda al intentar ejecutar un córner. Las fuerzas de seguridad debieron intervenir para que el hecho no pasara a mayores, pero en otro sector del campo, el ex entrenador de la selección argentina se enfureció por un hecho que no trascendió e intentó pelear contra un miembro del staff del equipo rival y terminó vociferando insultos.
Allí se desataron golpes entre hombres de seguridad y suplentes del Marsella, pero en ese momento Sampaoli aprovechó para marcharse rumbo al vestuario y escapar de una posible agresión. Unos micrófonos captaron el momento en el que gritaba “hay que tomar decisiones”, mientras señalaba a un grupo de dirigentes, enfurecido por el maltrato que su equipo recibió por pare de la parcialidad local. El juego finalmente fue suspendido y reprogramado para el 27 de octubre.
En tanto que el último fin de semana las alarmas volvieron a encenderse con las graves imágenes que se vieron en el duelo entre Lens y Lille por la sexta fecha de la Ligue 1. Fanáticos del equipo local invadieron el campo de juego con el objetivo de ir en busca de los aficionados visitantes para entablar una pelea. Tras la intervención de los efectivos policiales, la batalla campal pudo ser contenida y no pasó a mayores, pero obligó a retrasar el inicio del segundo tiempo.
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