La salida de Lionel Messi fue sin dudas el golpe más duro que sufrió la institución dentro de un sin fin de malas gestiones en los últimos años. Tras la partida de Neymar en 2017, la de Luis Suárez en 2020 y la del astro argentino en 2021, la zona ofensiva atraviesa su peor momento, incrementado también por la lista de lesionados en la que se encuentran Ansu Fati, Ousmane Dembelé y Sergio Agüero.
Esta deficiencia quedó evidenciada en el último duelo del conjunto azulgrana, en el que los de Ronald Koeman lograron rascar un punto del Camp Nou ante un equipo de menor calibre como lo es el Granada. Un empate (1-1) que dio de qué hablar en España, producto de una decisión insólita que tomó el técnico holandés en los últimos minutos del encuentro.
Perdiendo 1-0 y a quince minutos del final, el ex DT de Países Bajos optó por hacer ingresar a Gerard Piqué y utilizarlo como un nueve de área. A él también se le sumó el zaguero central Ronald Araujo, quien junto a Luuk De Jong, conformaron una delantera de 1,90 metros de media.
Como era de esperar, los centros al punto de penal fueron moneda corriente durante los últimos minutos y, de hecho, por esa vía llegó el tanto de la igualdad, sin embargo la decisión de cambiar totalmente el estilo futbolístico que por tantos años identificó al club despertó un debate intenso en el viejo continente.
Sobre ello salió a hablar Ronald Koeman, quien está en el foco de mira y cuya continuidad está en duda: “Hemos cambiado y hemos jugado con centros desde las bandas. Hemos puesto energías en marcar. Queríamos más. Pero un punto es mejor que nada. Merecimos el empate. El equipo tuvo entrega. Hay que destacar la ambición del bloque. Y gracias a nuestra gente, que nos animó”, explicó.
Sobre el cuestionado cambio de Piqué por Yusuf Demir en la delantera, explicó: “Depende también de los jugadores que nos faltan, gente que destaca con acciones individuales. Mira la lista de convocados; hicimos lo que teníamos que hacer. No había futbolistas para el tiki-taka. Hay que jugar con nuestro estilo, pero si el partido quiere un cambio hay que hacerlo. Si hay que centrar por fuera, pues... creo que hemos hecho un buen encuentro. Con un poco más de tiempo, podríamos haber ganado”
“El sistema básico ha sido 1-4-3-3 en la primera mitad, luego había que modificar por cómo iba y para buscar el empate en función de lo que había en el banquillo. El Barça de hoy en día no es el Barça de hace ocho años. Jugamos a la manera del Barça, pero no tenemos velocidad en banda porque Coutinho va para dentro, Demir no va mucho en profundidad... y es así. Con Ansu y Dembélé (lesionados) es diferente, tienes más profundidad.... y hay que buscar alternativas”.
Finalmente, rescató la actitud de sus futbolistas y sostuvo que por lo menos pudieron sumar un punto: “No había espacios para jugar en corto ni por abajo, defendían con muchos atrás. Había espacios en la banda para centrar. Por lo menos, empatamos. Apretamos al contrario. Lástima que hemos perdido dos puntos”. Al ser consultado sobre si los rumores de un posible despido son ciertos o si él tiene en mente marcharse, fue claro: “No voy a hablar más de mi futuro”.
El juego desnortado que muestra el Barcelona, la falta de confianza del presidente Joan Laporta hacia el entrenador y la constante justificación de éste de que su plantilla ahora mismo no da para más han provocado que el despido del técnico neerlandés sea una cuestión de tiempo.
Desde su llegada a la presidencia en marzo, el nuevo mandatario de la entidad azulgrana ha hecho muchos relevos en los cargos principales de las parcelas deportiva y ejecutiva del Barça. En cambio, el banquillo del primer equipo se ha mantenido ante la incapacidad de Laporta para hallar un relevo, y el presidente quiere solucionarlo más pronto que tarde.
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