Mientras que Cristiano Ronaldo y el Manchester United permanecen invictos en las cinco fechas que van desde el comienzo de la Premier League, la Juventus atraviesa un presente totalmente opuesto en la Serie A. Desde que comenzaron los rumores sobre la salida de la leyenda lusitana hasta que se confirmó su partida, la Vecchia Signora no logró ni una victoria.
Pasaron a penas cuatro fechas desde el inicio del torneo doméstico y todavía hay tiempo de dar un golpe de timón dentro de un barco que corre riesgo de hundirse. Es que hasta el momento, el equipo que supo dominar por nueve años consecutivos el campeonato local, ahora se encuentra en la parte más baja de la tabla junto al Salernitana y el Cagliari.
El último fin de semana el elenco de Turín volvió a llevarse el sabor amargo cuando no pudo sostener la ventaja y empató con el Milan en uno de los clásicos más atrapantes del norte italiano. El Rossonero rescató la igualdad en el Allianz Stadium y la Juventus, que tuvo entre sus titulares a Paulo Dybala, ratificó su mal comienzo en la temporada sin poder ganar con una pobre cosecha de 2 empates y otro par de derrotas, por lo que quedó en la zona roja del descenso.
El español Álvaro Morata, había marcado el tanto para el equipo local, pero cerca del cierre el croata Ante Rebic selló el 1 a 1 definitivo que provocó la ira de Massimiliano Allegri. Incluso en las últimas horas se viralizó una furiosa reacción que tuvo el entrenador cuando concluyó el compromiso con un grito que no dejó ninguna duda sobre su decepción con sus dirigidos.
“¡¿Y estos quieren jugar en la Juve?!”, gritó el estratega mientras se encaminaba rumbo al vestuario para continuar con sus reproches hacia un grupo que aún no supo reponerse de la partida de su máximo referente.
Sin embargo, en conferencia de prensa el DT tuvo su descargo sobre la furiosa reacción: “Es normal que después del partido pueda tener un arrebato porque no estoy hecho de hierro. Aunque soy bastante lúcido y distante. Los que van al banco hay que determinar cuándo entran, no podemos jugar los partidos con diez. Exijo respeto y responsabilidad, porque mañana debemos estar preparados y habrá varios cambios.”
La Juventus está hoy en zona de descenso, y con la salida de Cristiano Ronaldo la Vecchia Signora perdió una gran carta de gol en ataque ya que no logró conseguir un refuerzo a la altura que pueda reemplazarlo. Pese a tener nombres importantes en la ofensiva como el de Morata o Dybala, el equipo de Turín ya no cuenta con un hombre que promediaba 30 goles por temporada.
Tras el empate ante el Milan, la Juventus firmó su peor arranque liguero en 50 años con una defensa que recibió goles en los últimos 18 partidos y una delantera poco brillante. Hasta ahora, solo consiguieron anotar cuatro goles en la liga -dos del español Álvaro Morata, uno del argentino Paulo Dybala y otro del colombiano Juan Guillermo Cuadrado- y recibieron seis. En comparación, todo el equipo bianconero acumula los mismo gritos que anotó el astro portugués en sus primeros tres encuentros en el Manchester United.
Allegri, que regresó al cuadro turinés este verano tras salir del club hace dos años, sustituido sin grandes resultados por Maurizio Sarri y Andrea Pirlo, trató de encontrar la clave táctica para dar equilibrio a su equipo, pero hasta este momento no consiguió los resultados deseados.
Nunca repitió once inicial en las primeras cuatro jornadas y alternó dibujos tácticos, al pasar de un 4-3-3 a un 4-4-2. El centro del campo es la zona más delicada, que no encuentra dueño desde la salida del bosnio Miralem Pjanic en 2020 con destino Barcelona.
Como si fuera poco el rendimiento deportivo demostrado hasta el momento, también hay que sumarle el problema financiero que atraviesa la institución, quien anunció pérdidas de unos 210 millones de euros (246 millones de dólares) en el ejercicio que se cerró en junio, en gran parte debido a las consecuencias de la pandemia de covid-19.
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