La complicidad de Bielsa y Salim en una de las conferencias traducidas
Desde que Marcelo Bielsa incursionó como entrenador en clubes europeos de habla no hispana, optó por contratar un traductor para no evidenciar su rusticidad con otras lenguas. Hoy su intérprete en Leeds United es el colombiano Andrés Clavijo, aunque en Inglaterra había empezado a su lado el argentino Diego Flores, flamante entrenador de Godoy Cruz de Mendoza. En sus inicios en Francia asistió a los entrenamientos y conferencias el local Fabrice Olszewski, que despertó la atención en más de una ocasión por sus entredichos en vivo con el Loco. Pero el intérprete con el que más confraternizó y profundizó su relación extralaboral es Salim Lamrani.
Este hijo de argelinos nació en suelo francés, aunque muy lejos de la Torre Eiffel de París o de las vistas panorámicas que ofrece la basílica de Notre-Dame de la Garde, en Marsella. Salim es oriundo de la Isla de La Reunión, un departamento que forma parte de la República Francesa pero está ubicado en el Océano Índico, a unos 700 kilómetros de Madagascar, a 170 de la Isla Mauricio y a más de 9.000 de la Francia continental. Puede resultar insólito que su camino se haya cruzado con el del entrenador argentino pero existe una explicación lógica: la literatura rompió la brecha de miles de millas entre la segunda ciudad francesa más poblada (Marsella) y la isla que cuenta con uno de los volcanes con más actividad del planeta, el Pitón de la Fournaise.
Bielsa suele ver películas o leer libros cuando halla algún hueco en su cargada agenda laboral. Así es que dio con una de las diez obras escritas por Lamrani, que además de francés habla inglés, español e italiano. “The economic war against Cuba: a historical and legal perspective on the U. S. blockade” (en castellano, “La guerra económica contra Cuba: una perspectiva histórica y jurídica del bloqueo de Estados Unidos”), fue el texto de este profesor de la Universidad de La Reunión que despertó el interés del Loco.
Lamrani es, además, Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad de la Sorbona de París y especialista en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Fue uno de los miembros más jóvenes del prestigioso premio literario Casa de las Américas de Cuba. El hecho de haber crecido en un barrio popular multicultural, más su gusto por la historia y cultura latinoamericana lo motivaron a zambullirse ideológicamente de este lado del globo. Entrevistó a varios presidentes de América Latina, como Álvaro Colom (Guatemala) y José Manuel Zelaya (Honduras), fue invitado por el Presidente de la República de Francia al Palacio del Eliseo en 2016 en ocasión de la histórica visita del presidente de Cuba Raúl Castro y colabora ocasionalmente con el escritor y diplomático Rafael Bielsa, hermano de Marcelo, en tareas de investigación cualitativa.
Suele citar al “gran pensador cubano” José Martí, invoca seguido a Nelson Mandela y Martin Luther King, y no oculta su devoción por tres históricos personajes argentinos como el cantautor Atahualpa Yupanqui, el revolucionario Ernesto Che Guevara y el futbolista Diego Armando Maradona. “Yo respeto a quienes se ubican del lado de los débiles y no renuncian a sus principios”, es la frase que emplea Lamrani para englobar a todas las figuras mencionadas, incluida la de Bielsa.
En exclusiva con Infobae, quien fuera el confidente del Loco entre 2017 y 2019, compartió su historia a pocas semanas de haber lanzado en Sudamérica su libro El fútbol según Bielsa, dedicado “a los hinchas del Leeds United y a todos los humildes del mundo que reivindican, a través del club de su corazón, su derecho a la felicidad”.
— ¿Qué relación tuvo con el fútbol a lo largo de su vida?
— Mi equipo favorito es el Olympique de Marsella. Yo creo que hay que desconocer lo que es el fútbol a nivel simbólico e ignorar lo que vehicula como valores y las emociones que procura a los más humildes para despreciar este deporte. Yo comparto la opinión del inolvidable Pier Paolo Pasolini (NdeR: escritor y poeta italiano): “El fútbol es un valor esencial para devolver la dignidad a los que no tienen nada”.
— ¿Por qué y de qué forma se dio su primer contacto con Marcelo Bielsa? ¿De qué forma le propuso Bielsa trabajar como su traductor?
— Conocí a Marcelo Bielsa cuando él era entrenador del Olympique de Marsella. Él había leído un libro que yo había escrito sobre las sanciones económicas de los Estados Unidos contra Cuba y le había interesado. Luego, cuando recibió la oferta de Lille, me propuso que lo acompañara como intérprete. Después, cuando surgió la posibilidad de dirigir al Leeds United, me volvió a pedir que lo siguiera en un doble rol de intérprete y de “discipline coach”, un papel entre mediador y psicólogo para atender a los jugadores, prevenir conflictos e imponer un marco de trabajo mediante la transmisión de valores.
— ¿Qué conoce de Argentina? ¿Planifica viajar alguna vez?
— No conozco Argentina y espero tener la oportunidad algún día de descubrir la patria de Atahualpa Yupanqui, Ernesto Guevara y Diego Maradona.
— ¿Desde cuándo estudia a la población de Cuba? ¿Por qué le llama tanto la atención América Latina?
— Hice mi tesis de doctorado sobre las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos en la Universidad de La Sorbona de París. Para mí, Cuba es el símbolo de la aspiración del continente latinoamericano a la plena independencia y es vector de un mensaje universal de emancipación. Reivindica su derecho inalienable de elegir su propio destino y exige que no se cometa ningún atentado contra su dignidad. Coloca en el centro de su proyecto de sociedad a los humildes y piensa que la repartición equitativa de las riquezas es el único camino hacia la felicidad colectiva. Como toda sociedad, tiene sus problemas, sus defectos y sus contradicciones, pero siempre prioriza a los más vulnerables. Yo respeto a quienes se ubican del lado de los débiles y no renuncian a sus principios.
— Destaque lo bueno y lo malo de trabajar al lado de Marcelo Bielsa todos los días. (¿Cuántas horas le demandaba, cómo era su rutina diaria en la semana y días de partido?)
— Gracias a él, pude descubrir lo que era el fútbol profesional y experimentar las emociones que procura el deporte más popular del mundo. Pude también descubrir el oficio de intérprete, que es sumamente exigente y que requiere aptitudes específicas. Pero la tarea más estimulante era la de “discipline coach” que fue un reto para mí pues no tenía ninguna experiencia en la gestión de grupos de deportistas profesionales. Me ayudó mi experiencia de docente, el hecho de haber crecido en un barrio popular multicultural y la convicción según la cual los mejores resultados se consiguen mediante la benevolencia y el respeto a la sensibilidad de cada persona.
En cuanto a los aspectos negativos de trabajar con Marcelo Bielsa, José Martí, el gran pensador cubano, decía con razón que los elogios debían ser públicos y las críticas, privadas. Voy a respetar este adagio.
— ¿Cómo les repercutió emocionalmente a usted y a Bielsa la pérdida del ascenso con el Leeds en la temporada 2018/2019?
— Fue un momento de mucha tristeza pues el esfuerzo colectivo de todo un año no consiguió el merecimiento debido que era el ascenso a la Premier League. El equipo realizó la mejor temporada de los últimos quince años y ocupó los tres primeros puestos 45 veces de un total de 46 partidos. Sólo salió una vez del trío puntero. Ningún otro equipo de la Championship dio prueba de semejante regularidad a lo largo de la temporada. Los jugadores se dedicaron en cuerpo y alma al proyecto deportivo encabezado por Marcelo Bielsa e hicieron todo lo que era humanamente posible para estar a la altura de las expectativas. Pero el deporte, a veces, puede ser cruel.
Para Marcelo Bielsa, los principios que cimientan su estilo no son negociables. La fidelidad a las ideas debe ser más fuertes en los momentos de tormenta porque es fácil conseguir adhesión en los momentos de gloria. Cuando los resultados son negativos, el mensaje de entrenador es ratificar los principios planteados al inicio, explicar por qué surgen las dificultades, analizarlas y buscar una salida a los problemas con la convicción de que la solución está en la reflexión y en el trabajo.
— Mito o realidad: ¿Bielsa agota y desgasta física y mentalmente a sus planteles? Siendo una especie de psicólogo de grupo en su última etapa en Leeds, ¿recibió alguna sugerencia o comentario por parte de los jugadores respecto a esta cuestión?
— Desde luego, el estilo de Bielsa es mental y físicamente exigente. Es imposible proponer un fútbol tan intenso, tan ofensivo, tan vertical, sin un gran esfuerzo físico y mental. Pero la mejor respuesta es matemática. Todos los observadores comparten la opinión según la cual la Championship es el campeonato más difícil del mundo porque tiene 46 fechas.
Durante la primera temporada, el equipo de Bielsa terminó tercero y jugó los playoffs. En la segunda temporada, terminó campeón con un total histórico de 93 puntos, o sea 10 más que el segundo y 12 más que el tercero. Las cifras no mienten.
— ¿Por qué no continuó trabajando con Bielsa, a qué se dedica usted actualmente y qué proyecta en el futuro?
— El fútbol sólo era un paréntesis en mi vida profesional. Mi principal oficio es la docencia y la investigación en la Universidad de La Reunión.
— ¿Qué lo inspiró a escribir un libro sobre Bielsa? ¿Cuándo surgió esa idea?
— Me pareció interesante contar una hermosa experiencia deportiva y humana desde adentro y presentar lo que es el fútbol según Bielsa. El trabajo realizado en el espacio de tres temporadas es extraordinario ya que, con un plantel casi similar, logró asentar al Leeds United en la Premier League, ya que terminaron en el noveno rango la temporada anterior. Conviene considerar este logro a su justo valor.
— ¿Qué tiene de especial Bielsa para dejar su huella en cada jugador, cada plantel y cada club por el que pasa independientemente de los éxitos deportivos?
— Bielsa dispone de esta virtud indefinible que le permite convencer a los jugadores que son capaces de rivalizar contra cualquier rival, poco importa su rango, y que la única verdad tangible es la de la cancha. Logra persuadirlos de que si adoptan su método de trabajo y hacen los esfuerzos necesarios, serán capaces de proponer a los hinchas un fútbol que marcará las mentes. En todos los lugares donde pudo desarrollar su trabajo en buenas condiciones, propuso un fútbol inolvidable. Del mismo modo, en todos los clubes donde pudo trabajar normalmente, sacó lo mejor de cada jugador. Todos reconocen haber alcanzado un nivel como nunca antes. Por otra parte, conviene recordar que Bielsa siempre tuvo planteles modestos a su disposición, sea en Bilbao, Marsella o Leeds.
El futbolista es ante todo un ser humano, con sus virtudes y sus defectos, con sus aciertos y sus fracasos, cuya vida oscila entre momentos de confianza y de duda. En definitiva, el futbolista, a pesar de ser un privilegiado, tiene los mismos sentimientos, alberga las mismas esperanzas, que todos los habitantes del planeta. Tiene el objetivo de ser feliz y la práctica de su profesión le procura emociones que lo acercan a esa meta.
Marcelo Bielsa se consagra plenamente a su pasión que es el fútbol. Se entrega totalmente a su profesión porque es su razón de ser. Es un intelectual del fútbol que ha meditado mucho sobre su oficio. Pero para ser técnico de un equipo la mezcla cerebro/corazón es indispensable. Uno no puede ser un buen entrenador si no es inteligente y tampoco puede serlo si no siente una pasión profunda por el fútbol.
Bielsa es un erudito del fútbol. Lleva treinta años estudiando el deporte más popular del mundo. Ha dedicado mucho tiempo de su vida a su profesión y consagra una atención especial a los detalles que son en definitiva los que permiten marcar diferencias en el deporte de alto nivel. Tiene un conocimiento teórico del fútbol muy profundo y una experiencia empírica de este oficio de tres décadas.
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