La llegada de Lionel Messi al París Saint-Germain (PSG) ha generado una revolución en el fútbol mundial en apenas dos días, a tal punto que podría ser un antes y un después en el marco de las regulaciones impuestas por la UEFA. Es que tras la vuelta de la actividad después de la interrupción por la pandemia del coronavirus, la brecha entre los clubes más poderosos y el resto parece haberse extendido. Tanto es así que el PSG, el Manchester City, el Chelsea y el Manchester United siguen concretando fichajes y pagando salarios que ni siquiera equipos como el Real Madrid, el Inter de Milan o el Barcelona pueden afrontar. Por eso la UEFA quiere intervenir.
Según un artículo publicado por The Times este jueves, en la convención que el organismo europeo realizará en septiembre se pondrá en debate el funcionamiento del actual Fair Play Financiero. Según el portal británico, el objetivo es modificarlo y asemejarlo al utilizado en la NBA.
El sistema fue creado hace una década por la UEFA comandada por Michel Platini con el objetivo de ayudar a los clubes a salir de situaciones económicas apremiantes. En ese entonces, muchas instituciones estaban asfixiadas por malas gestiones y por eso fueron acordadas una serie de normas que buscaban regularizar esas situaciones y evitar que se repitan en el futuro.
En líneas generales, a los clubes se les prohibió participar de competencias internacionales si tenían deudas y a su vez se establecieron límites en sus gastos. Básicamente, nadie puede gastar más de lo que le ingresa, salvo un margen de casi USD 6 millones. Sin embargo, esa barrera se extiende hasta los USD 35 millones, si esa diferencia puede ser costeada por los propietarios del club o por una parte relacionado, es decir, alguna de sus compañías. Más adelante, en 2015, se eliminaron del análisis de gastos el dinero invertido en refacciones de estadios, centros de entrenamiento y fútbol femenino.
Quien incumple estas normas recibe sanciones que van desde multas económicas hasta prohibiciones de fichajes, como ya le sucedió al PSG, al Chelsea y al Manchester City, en alguna oportunidad. Además, todos cuentan con tres años para organizar sus finanzas.
Si bien el sistema fue exitoso en su espíritu, hay otra cuestión que no fue contemplada y que hoy en día genera enormes diferencias. Es que la gran mayoría de los grandes clubes de Europa fueron comprados por grupos económicos que le inyectan constantemente dinero a estas instituciones a través de sus compañías a modo de sponsors. El Fair Play Financiero no establece un límite en este sentido, por lo que cada caso se estudia de manera independiente.
La norma establece: “Si el propietario de un club inyecta dinero en el club a través de un acuerdo de patrocinio con una empresa con la que está relacionado (si el patrocinador representa más del 30 por ciento de los ingresos del club), los organismos competentes de la UEFA lo harán investigar y, si es necesario, adaptar los cálculos del resultado de equilibrio de los ingresos por patrocinio al nivel que sea apropiado de acuerdo con los precios de mercado”. Es decir, no está claro cuándo esto está permitido o no.
¿Qué se buscará cambiar?
Según la información de The Times, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, ha estudiado con cuidado cómo funciona el sistema en la NBA y entonces hará un intento por incluir un tope a los salarios en el Fair Play Financiero. De esta manera, los clubes quedarían imposibilitados de gastar más del 70% de sus ingresos en salarios.
Algo parecido sucede en La Liga de España. Justamente por ese régimen, el Barcelona no pudo renovarle a Lionel Messi, quien se marchó al PSG, club que en estos momentos supera el límite de 70% que analiza imponer la UEFA.
A su vez, se impondrán impuestos a quienes incumplan con el Fair Play Financiero. Aunque no hay cifras filtradas aún, lo que se pretendería sería que éstos realmente sean difíciles de afrontar para quien se maneje fuera de los nuevos límites. Además, lo recaudado sería redistribuido con el resto de los equipos, para achicar un poco la brecha.
Si bien todavía restan saber más detalles sobre las modificaciones que se plantearán en la reunión de Suiza que se celebrará en septiembre, esto marca que ya hay varias voces disconformes con el sistema actual y que quieren patear el tablero. Obviamente, para que esto se apruebe primero debería discutirse y luego someterse a votación. Asimismo, los cambios entraría, en vigencia para la próxima temporada, es decir, en 2022.
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