Fue prácticamente toda una vida en el Barcelona, desde La Masía donde se formó hasta su debut y las posteriores consagraciones. Justo después de haberse dado el gran gusto con la camiseta de la selección argentina, Lionel Messi no podrá continuar en el club al que todo le dio. Cuestiones ajenas a las partes, ligadas a normativas de La Liga, privarán al astro rosarino de vestir los colores culés en la próxima temporada. Así, dos potencias europeas toman carrera para quedarse con sus servicios: París Saint Germain y Manchester City.
El Barça anunció oficialmente en sus redes sociales la partida del 10 con un comunicado: “A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de LaLiga española).
Ante esta situación, Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona. Las dos partes lamentan profundamente que finalmente no se puedan cumplir los deseos tanto del jugador como del Club.
El Barça quiere agradecer de todo corazón la aportación del jugador al engrandecimiento de la institución y le desea lo mejor en su vida personal y profesional”.
En los últimos días existió un fuerte indicio que acercaría a la Pulga a la entidad parisina, que no tiene problemas con los topes salariales y ya lo tentó anteriormente. Messi, amigo de su compatriota Ángel Di María y de Neymar, se mostró en una imagen -compartida por el brasileño- de vacaciones en la que también figuraron los hombres del PSG Leandro Paredes y el italiano Marco Verratti. Frente a este panorama, muchos se imaginan que Leo se acople a la constelación de estrellas en el equipo que es dirigido por su coterráneo Mauricio Pochettino.
Conocida es la predilección que Josep Guardiola tiene con Messi, que es recíproca. Juntos llevaron al Barcelona a sus mejores años y Pep se desvive por volver a dirigirlo. Desde hace meses, emisarios de la entidad mancuniana desarrollaron una estrategia silenciosa para cautivar al argentino y su familia, lejos de las tapas de diarios (prácticamente semanales) de varios medios franceses. Además, la Premier League es desde hace rato la liga más competitiva del mundo y tiene alto nivel local más allá de sus participaciones en la Champions League, punto que marca una diferencia con la Ligue 1 en la que el PSG suele sacar amplia diferencia (pese a que en la última temporada el campeón fue Lille).
A seis meses de que finalizara su vínculo con el Barça, Messi había abierto la posibilidad a otro mercado: la MLS. “Siempre tuve la ilusión de vivir en Estados Unidos, vivir esta experiencia. Hoy por hoy estoy centrado en estos seis meses, en luchar por lo que se pueda y no pienso en cómo terminará el año, porque no sería bueno que yo diga lo que voy a hacer. No lo sé tampoco. Es imposible que vaya a Madrid ni al Atlético”, manifestó. Hoy no sería el momento de embarcarse en esa aventura aunque ese destino figura firme en el horizonte.
De todas maneras no hay que perder de vista que el Manchester City, que llegó a presentarle una oferta formal por un monto total cercano a los 600 millones de dólares, es uno de los diez clubes dispersados en cuatro continentes que pertenecen al grupo empresario City Football Group. Una de las franquicias implicadas es la del New York City de la Major League Soccer. O sea que dispondría de un vínculo directo desde la Premier a la MLS en un extenso contrato de ocho años que concluiría con sus funciones de embajador cuando esté cerca de los 40 años.
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