Fue uno de los héroes que terminó con la sequía de los 28 años sin títulos para la Selección. Su intervención en el arco argentino sirvió para construir una hazaña histórica que concluyó con la gloria de la Copa América en el mítico estadio Maracaná. Emiliano Martínez continúa disfrutando uno de los mejores momentos que le regaló el fútbol y en una entrevista con ESPN brindó detalles de los recordados penales en las semifinales ante Colombia.
—Cómo cambio todo tan rápido, ¿no?
—La verdad que sí. Hace 6 o 7 semanas era todo muy distinto. No sé si muchas madres estarán contentas con el festejo, pero escuchar a los nenes decir Mirá cómo te como, es algo que me queda para siempre dentro de mi corazón.
—Siempre usaste esa palabra, ¿te salió del alma en ese momento?
—Cuando terminó el partido, mucha gente debe haber pensado que fue una falta de respeto, pero fue algo que me salió del alma, porque sabía que eran muy buenos ejecutores y traté de utilizar técnicas de distracción para ellos. Y para motivarme. Quise intimidarlos un poco, porque era una semifinal de la Copa América.
—¿No sabías que llegaba todo con tanta claridad?
—Me sorprendió la claridad con lo que se escuchó todo. Incluso la advertencia del árbitro. Pero ellos también habían hablado en el entretiempo. Borja en el túnel nos decía que nos íbamos a cagar y por eso traté de intimidarlos en los penales. Nunca quise faltarles el respeto.
—¿Qué había pasado puntualmente?
—No fue nada personal. Todo quedó en la cancha. Si el partido se hubiera jugado con público, seguramente no hubiese tenido tantas repercusiones. Sabía que Yerri Mina había convertido y había festejado con un baile contra Muslera. Y yo no quería que me baile. Después le escribí para pedirles disculpas, pero no tuve ninguna respuesta.
—¿Hay que registrar esa frase?
—Capaz el día de mañana la frase sirva para alguna cadena de comida rápida (risas).
—¿Qué pasó en el momento final, cuando atajaste el último penal?
—No sabía que hacer. El árbitro me decía que espere y se venían todos los muchachos a festejar. Cuando recibí tanto cariño por llegar a la final, sabía que el trabajo no estaba terminado. En el Maracaná, con la cancha nueva y con el antecedente de llevar tantos años sin ganar ahí, quisimos sacarnos esa espina.
—¿Leo (Messi) te agradeció que ayudaste para que se lleve la Copa?
—Lo que más me decía era que me lo merecía. Él es un fenómeno y que alguien como él me diga esas cosas es increíble. Sabía que si no ganábamos en el Maracaná no iba a ser lo mismo.
—¿Fue una final soñada?
—No pudo ser mejor. Los que me conocen y me vieron desde abajo, saben que no fueron 20 partidos para llegar a la Selección. Fueron 12 años en Europa soñando con ganar un título con la Argentina, porque ese era mi verdadero anhelo. Entre un campeonato con la Selección y la Champions, elegía siempre a la Argentina. Siempre voy a estar agradecido a los que confiaron en mí desde el primer momento. Y los que no lo hicieron, que paguen el cable para que sepan dónde juego (risas).
—Además, fue especial porque estaba el nacimiento de tu hijo...
—Mi mujer estaba embarazada y tenía fecha para el 30 de junio. Siempre me bancó y me pidió que vaya por mi sueño. Yo quería estar en el nacimiento, porque habíamos tenido un parto complicado en el primero. Pero como iba todo bien, mi señora me apoyó muchísimo y no hizo falta tomarme un vuelo. Si se hubiera complicado, obviamente hubiese sido distinto, porque siempre priorizo a mi familia.
—Diste la vuelta a toda Inglaterra...
—Siempre voy a estar agradecido a todos los clubes en los que confiaron en mí. Yo soy más argentino que nunca. En algún momento hubo algunos llamados para que juegue en la selección inglesa, pero yo me siento muy argentino... Por suerte pudimos ser campeones de América, y fue un sueño colaborar para que Messi gane el título.
—¿Sos consciente de que quedaste en la historia?
—Todos quedamos en la historia. Cuando llegué a mi casa no pude dormir durante tres noches. Estaba feliz por el campeonato. Toda mi familia está allá y conozco cómo la están pasando. Me puso muy feliz darle una alegría al país. Cuando terminó el torneo le agradecí también a Scaloni por el apoyo que me dio y el me respondió que me lo merecía; que no me había regalado nada.
—¿Qué mensaje le podés dar a los argentinos?
—Ellos saben que soy más argentino que nunca. Han dicho que era inglés, pero soy muy argentino. Fue increíble el apoyo que recibí para la final. Además, quería ganar la Copa América por Messi.
—¿Hubo un partido de truco en los festejos?
—Siempre hubo, pero en el último Leo ligó muchísimo. Messi jugaba con el Papu (Gómez) y Paredes, y yo con Musso y Marchesín. No sé cómo hacían para recibir siempre mucho para el tanto. Capaz se carteaban.
—¿Y a los colombianos qué tenés para decirles?
—Que tienen un país hermosos y tengo muchos amigos allá. Me encantaría irme de vacaciones a Colombia, pero ahora voy a tener que esperar un poquito.
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