El domingo fue un día más que olvidable para los ingleses. La derrota ante Italia por la final de la Eurocopa en la tanda de penales quedó en un segundo plano después de todos los sucesos desagradables que protagonizó el sector más radical de los aficionados que acudieron al estadio de Wembley.
En la previa al gran partido, los británicos ya habían dado la nota generando un caos total en los alrededores y en la puerta del estadio a tal punto que un numeroso grupo de personas sin entradas rompió el cerco policial para colarse agresivamente por el predio.
La violencia de los hinchas británicos no se detuvo allí. Durante el encuentro se pudieron escuchar muchos cánticos racistas para los jugadores del equipo rival e incluso para los propios (como Saka y Sancho), sobre todo tras la frustrada tanda desde los doce pasos.
Una vez concluida la final volvieron a protagonizar otra indignante y brutal escena que fue capturada por los fanáticos a la salida.
El saldo total fue de 19 policías heridos y al menos 50 personas detenidas, según informaron las autoridades inglesas tras la consagración de Italia. En las imágenes se pudo ver el momento en el que un grupo de hooligans descargó su ira contra los aficionados italianos emboscándolos cuando estos comenzaban a salir del estadio tras la ceremonia de premiación.
El video se propagó rápidamente por las redes sociales generando un repudio masivo contra ese grupo de violentos que atacó sin piedad a los seguidores azurros. “Fans ingleses repugnantes y vergonzosos y eso también en su propia tierra”, escribió un usuario británico indignado. “Nos dijeron que el Reino Unido hizo un gran trabajo contra los hooligans, que los otros países deberían aprender de ellos. Esto es Wembley anoche. Felicidades”, comentó otro de forma irónica junto con las imágenes del aberrante episodio.
Como si fuera poco, el mal perder de los fanáticos ingleses también se pudo ver dentro del campo. Mientras que algunos realizaron cánticos racistas dedicados principalmente a los que fallaron en la tanda de penales (Rashford, Saka y Sancho), la mayoría de ellos abandonó Wembley antes de la entrega de trofeos. De 66 mil espectadores que acudieron al mítico coliseo londinense, solo quedaron 6 mil italianos.
Ese fue el final de una jornada caótica para Inglaterra, que comenzó envuelta en un caos total con destrozos, corridas y vandalismo. Miles de fanáticos ingleses se congregaron en torno al estadio desde la mañana del domingo y algunos de ellos, ya bajo los efectos del alcohol, comenzaron a lanzar piedras, latas de cerveza, mochilas o conos de señalización hacia los transeúntes.
En Twitter, la policía de Londres pidió a los aficionados que no acudiesen a Wembley en caso de no disponer de entradas, ya que la zona está “extremadamente frecuentada”. Pero esto no sucedió. Muchos fans sin boletos llegaron hasta las puertas del estadio y lograron romper el cerco policial.
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