Alemania se vistió con los colores del arcoíris antes del partido de la Eurocopa entre su selección y Hungría por el Grupo F de la Eurocopa, mientras una lluvia de críticas caía hacia la UEFA y el país húngaro por hechos considerados discriminatorios en el país húngaro.
A través de su sitio oficial y sus redes sociales, la entidad publicó un comunicado con una foto de su logo modificado en el que aseguró que se “enorgullece de llevar los colores” y explicó por qué rechazó la solicitud de la ciudad de Múnich de iluminar el Allianz Arena para el duelo correspondiente a la competencia continental.
“Hoy, la UEFA se enorgullece de llevar los colores del arco iris. Es un símbolo que encarna nuestros valores fundamentales, promoviendo todo en lo que creemos: una sociedad más justa e igualitaria, tolerante con todos, independientemente de sus antecedentes, creencias o género”, remarcó.
En el escrito, el ente regulador del fútbol europeo, consideró que, “algunas personas han interpretado la decisión de la UEFA de rechazar la solicitud de la ciudad de Múnich de iluminar el estadio de Múnich con los colores del arco iris para un partido de la EURO 2020 como ‘política’. Por el contrario, la solicitud en sí era política, vinculada a la presencia de la selección húngara de fútbol en el estadio para el partido de esta noche con Alemania”.
“Para la UEFA, el arco iris no es un símbolo político, sino un signo de nuestro firme compromiso con una sociedad más diversa e inclusiva”, sentenció.
En su explicación a la negativa, se refirió al contexto político que atraviesa el país húngaro quien, por iniciativa del partido del primer ministro Viktor Orban, aprobó un texto que prohíbe la “promoción” de la homosexualidad ante menores, lo que suscitó la preocupación de los defensores de derechos, mientras ese gobierno multiplica las restricciones hacia la comunidad LGBT.
Al denegar a la ciudad de Múnich su solicitud para iluminar su estadio con los colores arcoíris, la UEFA desencadenó las críticas y promovió un movimiento de solidaridad en Alemania.
Varios lugares emblemáticos de la capital bávara, entre ellos un imponente aerogenerador visible desde el Allianz Arena, serán adornados a lo largo del día con los colores de la comunidad LGTB. Varios estadios de la Bundesliga serán también iluminados con el arcoíris esta noche, de Frankfurt a Colonia, pasando por Wolfsburgo, Augsburgo, y el Estadio Olímpico de Berlín.
Sobre la primera decisión de la UEFA se pronunció el propio gobierno de Orban en sus redes sociales, a través del ministro de Asuntos Exteriores Peter Szijjarto: “Gracias a Dios, los dirigentes del fútbol europeo dieron prueba de sentido común al no participar en lo que habría sido una provocación política hacia Hungría”.
Tras la postura que tomó el órgano rector del fútbol europeo de rechazar la propuesta solidaria de la ciudad de Múnich, fueron varios los que mostraron su descontento.
“La ley es una vergüenza. Claramente discrimina a personas con base a su orientación sexual. Y lo hace en contra de valores fundamentales de la Unión Europea”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. En términos parecidos se expresó el alcalde de Múnich, el socialdemócrata Dieter Reiter: “Encuentro vergonzoso que la UEFA nos prohíba, aquí en Múnich, enviar una señal por el cosmopolitismo, la tolerancia, el respeto y la solidaridad con las personas de la comunidad LGTB”.
“La UEFA ha enviado un mensaje equivocado”, insistió este miércoles por la mañana el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas.
Francia, por su parte, también lamentó “profundamente” el rechazo de la UEFA a la petición de Múnich. La ley húngara es “un tema de preocupación” para la presidencia francesa, para quien es “una buena noticia desde el punto de vista de los valores” que la Comisión Europea haya iniciado un procedimiento de infracción, consideró un asesor de la presidencia.
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