Con el final de la temporada, comenzó una nueva etapa en Europa: el período de transferencias, en donde no sólo está la vista puesta en las compras y ventas sino también en los jugadores que llegan en calidad de cedidos como el caso de Gareth Bale, quien pasó una temporada en el Tottenham y deberá volver al Real Madrid para comenzar la pretemporada.
El galés es un caso particular dentro de la élite del fútbol y sobre todo en la institución merengue, la cual lo compró en 2013 a cambio de 99 millones de euros, una cifra que fue récord por aquel entonces, incluso superando a lo que se pagó por Cristiano Ronaldo en su momento (96 millones). Un fichaje galáctico que no alcanzó a serlo.
Ahora, ocho años después, la Casa Blanca se plantea qué hacer con él ya que aun le queda un año de contrato. Sin embargo, el Expreso de Cardiff pareciera tener su futuro planeado y, por lo que apuntaron desde España, no sería otro que el de anunciar su retiro tras la Eurocopa.
“No diré nada hasta después de la Eurocopa. Sé lo que voy a hacer, pero se armaría un caos si lo digo”, reconoció el extremo galés en diálogo con The Times tras la finalización del préstamo con el Tottenham. Al ser consultado por un posible retiro, respondió: “Ahora mismo no pienso en nada que no sea en Gales y en terminar la temporada lo mejor posible”.
Unas declaraciones que repercutieron mucho en España, país al que deberá volver para sumarse a la plantilla merengue. Allí, Bale deberá completar el año que le resta, pero el medio español ABC afirmó que la decisión que tomará el futbolista de 31 años podría pasar por negociar con la cúpula directiva para rescindir su contrato cobrando la mitad de su salario actual, cifrado en 12 millones de euros.
Esto, en cualquier caso, significaría un buen acuerdo para ambas partes ya que el club se ahorraría de pagar uno de los sueldos más elevados del plantel a un jugador que no fue ni será tenido en cuenta por Zinedine Zidane, quien a lo largo de sus cinco temporadas al mando del Real Madrid, no le dio los minutos que se esperaban.
“En Madrid esperan que seas un galáctico, es decir, que haga lo que han visto hacer antes a otros jugadores y la verdad, es que seguramente yo no sea como ellos”, consideró el extremo.
“Me gusta estar con los míos y ser discreto, mientras que hay otros a los que les gusta salir y, bueno, no presumir, pero sí construir su marca, por así decirlo. Son aquellos que van a estos eventos de alfombra roja. Yo nunca he sido así, me gusta jugar al fútbol, irme a mi casa y ser una persona normal”, agregó.
“En España el fútbol está muy magnificado, todo lo que hagas en el Real Madrid está magnificado, y eso supone que tienes cámaras a tu alrededor las 24 horas y los siete días de la semana. Cuesta acostumbrarse”, explicó, en lo que puede tomarse como una advertencia de que su futuro futbolístico no está en la capital española.
Habrá que esperar al final de la Eurocopa para que el propio futbolista anuncie cómo seguirá su vida, sin embargo, en España parecieran estar seguros de que estará lejos del fútbol y más centrado en el golf, su otra pasión.
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