Pasaron ya más de 26 años de aquel episodio que recorrió el mundo, cuando Eric Cantona dejó a un lado su faceta de futbolista para sacar a relucir la de luchador de artes marciales contra un fanático que estaba en la grada viendo aquel duelo entre el Crystal Palace y el Manchester United.
Desde ser despojado de la capitanía de Francia, a ser castigado con dos semanas de prisión (traducidas a 120 horas de servicio comunitario) y varios meses de suspensión sin volver a pisar un terreno de juego. Esas fueron las consecuencias de la terrible al pecho que le lanzó a Matthew Simmons ese 25 de enero de 1995.
Ahora, en 2021, el ex futbolista francés se refirió a esa recordada agresión en el documental The United Way, el cual repasa la historia del club de Manchester y sus principales momentos, y lejos de arrepentirse, se lamentó por no haber aplicado más fuerza a su golpe.
“Fui insultado miles de veces y nunca reaccioné, pero a veces uno es frágil”, explicó el galo y lanzó: “Solo me arrepiento de no haberle pateado aún más fuerte. Fui sancionado sin jugar nueve meses. Me usaron para dar ejemplo”.
Por aquella fecha, los presentes en el Selhurst Park fueron testigos de la brutalidad del siete Red Devil, que se iba a ir expulsado tras golpear a Richard Shaw.
Ante el repudio de los fans, se retiró del campo por un costado y las cámaras lo siguieron al punto de capturar esa histórica secuencia en la que se liberó de los dos empleados de seguridad que lo escoltaban y con un gran salto, por encima de una baranda, le pegó una patada en el pecho al espectador.
Durante mucho tiempo se le prohibió participar de cualquier actividad relacionada con el fútbol, incluso de disputar partidos con la reserva. Sin embargo, en medio de la sanción, un periodista lo atrapó cuando saltó al campo para jugar un encuentro amistoso a puertas cerradas.
“Fue sólo un partido amistoso, pero el periodista estaba en lo alto de un árbol afuera y tomó una foto. Lamentablemente no se cayó. Al día siguiente salió en el periódico y la FA quería prohibirme aún más”, recordó.
“Sir Alex supo encontrar las palabras correctas. Me quiso y me respetó siempre. Como un padre”, reconoció Cantona sobre la reacción de su entrenador tras ver el episodio y agregó que el club también lo respaldó al ignorar su comportamiento y renovarle al poco tiempo: “Otros me hubieran despedido... Esa es la diferencia entre el United y los demás”.
En el mismo documental, el francés también se refirió a su repentino retiro de las canchas con tan solo 30 años y “en la cima” de su carrera, como él mismo lo reconoció.
“De niño, el fútbol era mi sueño pero, cuando ese sueño se convierte en rutina, ya no quise jugar más. Quise ser sincero conmigo, con los aficionados y con todo el mundo. Además, hay muchas cosas que hacer en la vida y no tenía tiempo que desperdiciar. Era el momento de pasar el relevo a la siguiente generación”, explicó.
En ese contexto, fue el actual entrenador del Manchester United, Ole Gunnar Solskjær, el que habló de ello desde su punto de vista: “Cuando acabó la temporada, alquiló un restaurante para mí y para Jordi Cruyff para ir con él y nuestras familias. Pasamos una gran noche, celebrando que habíamos ganado la Liga. Dos días después, escuché en la radio que se había retirado. Nunca nos dijo ni una palabra. Estuvimos de fiesta hasta las cuatro de la mañana y nos fuimos a casa. Ni una palabra. Así era Eric”.
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