Una noticia sacudió rápidamente al mundo del fútbol. El domingo 18 de abril, 12 de los clubes más poderosos del mundo anunciaron la creación de la Superliga, con el objetivo de usufructuar y arrebatarle el interés a la Champions League, potenciando los recursos económicos. Entre los fundadores se encontraban Liverpool, Manchester United, Arsenal, Chelsea, Manchester City, Tottenham Hotspur, Real Madrid, Atlético de Madrid, Juventus, Inter y AC Milan.
Tras el anuncio público de Florentino Pérez, principal impulsor de este proyecto junto a Andrea Agnelli, mandatario de la Vecchia Signora, la UEFA y la FIFA no demoraron en marcarle la cancha a esta docena de entidades y advirtieron fuertes castigos y la exclusión de todas las competencias a nivel clubes y de selecciones (Eliminatorias, Eurocopa o Mundiales). También hubo una fuerte desaprobación por parte de los simpatizantes de cada equipo.
El martes comenzó el abrupto declive de este proyecto, con la salida de los seis clubes ingleses que formaban parte de este selecto grupo. Luego se sumaron Atlético Madrid y los italianos Inter y Milan.
La última pata importante dentro de esta historia en salir a hablar fue J.P. Morgan, la entidad financiera que iba a costear este ambicioso proyecto. Aunque no precisó si finalmente retiraban su apoyo, reconocieron haber “evaluado mal” el impacto de la Superliga europea.
“Claramente habíamos evaluado mal la forma en que esta operación sería percibida por el mundo del fútbol en general y el impacto que tendría en el futuro. Aprenderemos de esto”, afirmó un portavoz de J.P. Morgan.
Para poner las cosas en marcha, J.P. Morgan había acordado la impactante suma de 3.500 millones de euros (4.200 millones de dólares) para compartir entre los primeros doce equipos que se inscribieron más los otros tres clubes que se esperaba que se unieran a ellos. Una fuente cercana al caso le informó a la agencia AFP que el préstamo se acompaña de “muchos términos y condiciones” y “no parece posible que la Superliga los cumpla”.
Pese a este cuadro de situación, Florentino Pérez, principal mandatario del Real Madrid y designado como presidente del torneo denominado The Super League, expresó esta semana que el proyecto seguía en carrera. “La Superliga sigue existiendo, pero está en stand by”, manifestó.
“Los ricos pierden mucho dinero. Esto es una pirámide, si los de arriba pierden dinero, todos pierden. Ahora si hay dinero, hay dinero para todos. Y otros muchos clubes también jugarían en una segunda liga para darle posibilidad a todos”, concluyó.
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