El ex mediocampista del Hull City, Ryan Mason, se convirtió en el protagonista de las portadas de los medios ingleses después de que se conociera la destitución de José Mourinho como técnico del Tottenham a seis fechas para el final de la temporada.
El joven de 29 años asumió el cargo como entrenador interino, pero no sólo fue por eso que su nombre ocupó las páginas de los periódicos británicos sino por su historia, ya que vivió una de las lesiones más escalofriantes de los últimos años, la cual lo obligó a retirarse del fútbol a una temprana edad.
“Tengo 14 placas de metal en mi cráneo sujetadas por 28 tornillos y 45 grapas, pero puedo considerarme un tipo afortunado”, reconocía el ex futbolista en una entrevista a Four Four Two, un tiempo después de aquel cruce que tuvo con Gary Cahill en un duelo por la Premier League entre el Hull City y el Chelsea.
Todo se remonta al 22 de enero del 2017, cuando el mediocampista de 25 años en ese entonces saltó a disputar una pelota dividida en el área del equipo visitante a los 15 minutos de juego. Tras el choque con Cahill, Mason cayó desplomado sobre el césped y el encuentro se detuvo en un recinto que quedó paralizado por el brutal encontronazo.
Ante la preocupación y el silencio que se adueñó del Stamford Bridge, el joven jugador fue retirado en camilla al hospital Saint Mary’s de Londres. Allí lo operaron de una fractura de cráneo y permaneció durante varios días internado.
“Se debate entre la vida y la muerte”, titulaban algunos medios ingleses por aquellas fechas. Una semana más tarde, el centrocampista recibía el alta y le confesaba al Daily Mail que, “he vivido una montaña rusa, pero tengo suerte de estar vivo. Sentí como si una bomba hubiera estallado en mi cabeza”.
La secuela física que le quedó de por vida fue una impactante cicatriz que va desde la frente a la oreja, pero la secuela mental seguramente fue la que más lo marcó: un año después iba a anunciar su retiro del fútbol profesional con apenas 26 años y un futuro prometedor.
“He trabajado sin descanso para poder volver. Desafortunadamente, no tengo otra opción que retirarme debido a la naturaleza de mi infortunio. Estaré eternamente agradecido a todo el mundo que me ha ayudado con esta lesión que puso mi vida en peligro”, explicó a través de un comunicado que publicó la cuenta oficial del Hull City.
“Recuerdo todo con claridad. Al segundo siguiente del choque a toda la gente a mi alrededor tratando de ayudarme a recobrar mi postura o mi conciencia y eso por suerte ocurrió pero bueno, luego fui notando el mal funcionamiento de algunas partes de mi cuerpo, hice la rehabilitación, creí que podría volver, regresé a los entrenamientos pero los médicos me han dicho que ya no es recomendable que compita en el máximo nivel”, sentenció.
Tras su retiro y después de un tiempo alejado de los terrenos de juego, Ryan Mason regresó al club que lo hizo debutar en 2008 y se dedicó a entrenar a las categorías juveniles (sub-19) de los Spurs hasta ahora, que tendrá la posibilidad de dirigir al primer equipo, entre ellos a Harry Kane, con quien compartió las divisiones inferiores.
Hoy, con 29 años, y tras reemplazar a Jose Mourinho en el banquillo hasta final de temporada como entrenador interino, Ryan Mason se convirtió en el técnico más joven de la historia de la Premier League. Nunca un DT dirigió a un equipo de primera con menos de 30 años.
Hasta el momento, el récord le pertenecía al italiano Attilio Lombardo, que dirigió al Crystal Palace con 32 años y dos meses. El podio lo completaba Chris Coleman (Fulham; 32 años y siete meses) y Gianluca Villi (Chelsea; 33 años y siete meses).
Éste miércoles hará su debut en el banquillo frente al Southampton, por un duelo correspondiente a la fecha 29ª de la liga, mientras que su segundo partido en el puesto será una final de la Copa, el domingo en Wembley, ante el Manchester City.
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