La creación de la nueva Superliga con 12 de los más poderosos clubes de Europa como protagonistas generó un cimbronazo en el fútbol del Viejo Continente. Con el anunció de que el Milan, Arsenal FC, Atlético de Madrid, Chelsea, FC Barcelona, Inter de Milán, Juventus FC, Liverpool FC, Manchester City, Manchester United, Real Madrid CF y Tottenham Hotspur firmaron para el armado de un nuevo torneo que competirá con las ligas locales y la Champions League, se abrió el debate sobre qué ocurrirá con los certámenes ya establecidos.
En medio de fuertes reclamos de parte de los fanáticos, de otros clubes europeos de las diferentes ligas y de importantes personalidades del ámbito del deporte, hay 3 de estos 12 equipos que estarían dudando sobre si seguir con el plan original que nombró al actual presidente del Real Madrid Florentino Pérez como su primer titular.
Así como ocurrió con el Manchester City, Chelsea y Arsenal, el diario AS de España anunció que el Barcelona también podría abandonar el controvertido proyecto. “En el seno del Barça existe un debate interno que podría llevar al club azulgrana a renunciar a su participación. La presión gubernamental, el sentimiento de rechazo por parte de la masa social, el hecho de que el City y el Chelsea se hayan bajado del barco y la notable inestabilidad son los factores que llevarían a la entidad catalana a negarse del proyecto”, comunicó el periódico europeo.
Uno de los motivos por el cual las instituciones optaron por firmar el acuerdo inicial fue porque recibirán una sustanciosa cantidad de dinero, mucho mayor a la que perciben hoy.
“Hay partidos de escasa calidad. Un Barcelona-Manchester es más entretenido que un Manchester contra un equipo más modesto de Champions. ¿Qué demanda el mundo entero? Tenemos fans en el mundo entero. Eso es lo que da dinero, no dan dinero otras competiciones. Y ese dinero es para todos, esto es una pirámide. Si los de arriba tenemos dinero... pero si no se genera el dinero, no existe”, había sido uno de los argumentos de Florentino Pérez.
Sin embargo, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, mostró su faceta más crítica ante la creación de esta nueva competencia. “No hay duda de la desaprobación de la FIFA. La FIFA está aquí, y yo estoy aquí hoy como presidente de la FIFA, para brindar todo el apoyo al fútbol europeo, a la UEFA, a las 55 federaciones miembro de la UEFA y de la FIFA, a las ligas, clubes, jugadores y aficionados”, indicó el titular de la casa madre del fútbol desde el Congreso de la UEFA que se organizó en Montreux, Suiza.
“Si algunos eligen seguir su propio camino, deben vivir con las consecuencias. Pero no quiero pensar en eso, porque la FIFA es una organización democrática y abierta. Todos pueden traer propuestas, pero siempre con respeto a las instituciones”, apuntó Infantino contra los clubes que, por ahora, son los fundadores de una liga que todavía no empezó a jugarse pero que ya planteó una guerra de interés en el fútbol del Viejo Continente.
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