El FC Barcelona volvió a levantar una Copa después de casi dos años de sequía y lo festejó por todo lo alto. El triunfo por 4-0 ante el Athletic de Bilbao en la final de la Copa del Rey no fue uno más, sino que, según anunció la propia institución, fue el inicio de “una nueva era”.
Lionel Messi y sus compañeros celebraron con euforia desde el pitazo final hasta su regreso a la ciudad condal. Las imágenes del capitán levantando el trofeo y entregándoselo a la plantilla se apoderó de los principales medios españoles, así como también los festejos que se desarrollaron en los vestuarios.
Mientras que en el campo los protagonistas fueron los futbolistas, en los camerinos lo fue el nuevo presidente Joan Laporta, quien irrumpió con gran entusiasmo para felicitar uno por uno a los miembros del plantel.
Si algo destaca al directivo catalán es su personalidad extrovertida y la gran llegada que tiene con los jugadores. Así lo demostró durante su primera etapa en el club (2006-2010) formando parte del Barcelona que pasó a la historia al conseguir el sextete (ganar todas las competencias de la temporada).
En esta ocasión, y tras ser testigo de la derrota en el Clásico por 2-1 en Madrid, Laporta festejó su primer título en juego desde que asumió la presidencia. El mandamás culé se aproximó al vestuario entre aplausos y comenzó a saludar uno por uno a los futbolistas hasta llegar a Lionel Messi, con el que se fundió en un abrazo. Al momento de levantar la Copa (lo hizo Rafael Yuste, el vicepresidente que lo acompañó), lanzó un grito de victoria que causó las risas en el ambiente. Finalmente se unió a los cánticos de “Campeones- Campeones” con el plantel y el trofeo.
Las redes sociales del equipo azulgrana se mostraron muy activas desde la consagración con varias fotos y videos de las celebraciones. Entre ellas destacó un spot que titularon: “La primera de una nueva era”.
Las imágenes del camino del Barcelona hacia la consagración se suceden durante 58 segundos y junto a ellas el presentador aseguró que, “esta Copa es diferente porque ha sido la copa del esfuerzo. La de las tres finales y la de no dar nunca nada por perdido. Porque nos ha demostrado que en el Barça no existen las temporadas de transición”.
“Porque estamos en una nueva etapa, abriendo la puerta a un futuro ilusionante. Esta Copa es diferente porque aunque la hayamos ganado treinta veces, la hemos luchado como si fuera la primera. La primera de una nueva era”, finalizó.
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