Uno de los axiomas del fútbol mundial en los últimos años es que Europa, con el correr del tiempo, logró equiparar y superar la fuerza del talento surgido en Sudamérica. Indiscutiblemente, los jugadores de las tierras de Di Stéfano, Pelé, Maradona o Messi lograban imponerse a partir de sus virtudes técnicas y espíritu competitivo, pero en el Viejo Continente achicaron la brecha al trabajar profundamente en la parte atlética y sacar provecho de los avances tecnológicos de los últimos 20 años. El juego se ha esquematizado, los entrenadores han tomado mayor influencia, lo que favoreció a sus métodos de preparación. En el último Mundial se hizo evidente cuando Francia, Bélgica, Suecia, Inglaterra, Rusia y Croacia protagonizaron la “mini Eurocopa” que definió al campeón. No hizo más que reflejar el declive sudamericano causado por la corrupción en entidades madre, la emigración prematura de talentos y la falta de proyectos formativos.
Con vistas a la Eurocopa de este año y a la Copa Mundial de la FIFA de Qatar 2022, y pese a que la pandemia de coronavirus sigue vigente, la UEFA dio inicio a su etapa eliminatoria y las selecciones europeas han mostrado sus primeras armas. Hay equipos consolidados, otros en transición y algunos en crecimiento por sus talentos generacionales. Cada uno con sus argumentos, todos detrás del mismo objetivo.
• FRANCIA, ALEMANIA E INGLATERRA: PROFUNDIZAR EL MODELO
Difícilmente haya conjuntos más trabajados que los que encabezan Didier Deschamps, Joachim Löw y Gareth Southgate, líderes de equipos con visión largoplacista, modelos de juego definidos y el respaldo que les ofrecen el nivel de competitividad de la Ligue 1, la Bundesliga y la Premier League, respectivamente. Francia, último campeón del mundo, junto con Alemania e Inglaterra, se perfilan como las selecciones más temibles de Europa.
Aunque Joachim Löw –que llevó a Die Mannschaft a conquistar la Copa del Mundo en 2014– anunció que dejará su cargo después de 15 años al término de la Eurocopa, ha utilizado la prematura eliminación de Rusia 2018 para hacer un recambio generacional en el equipo y dar espacio a los mejores talentos germanos. La convocatoria de dos adolescentes como Florian Wirtz (Bayer Leverkusen), de 17 años, y Jamal Musiala (Bayern Munich), de 18, reflejan su compromiso con el desarrollo a futuro pese a que no va a ser parte. La Federación Alemana de Fútbol (DFB) busca un reemplazante pero no hará cambios bruscos de filosofías, apuntará a algún candidato que pueda dar continuidad a su exitosos modelo.
Tiene la legitimidad y el apoyo de figuras como Neuer, Kimmich, Gündoğan, Toni Kroos, Leon Goretzka y Serge Gnabry, adaptados a un sistema de juego asociado que pudo volver a consolidarse con el aplazamiento de 12 meses que sufrió la Eurocopa por el COVID-19. Su récord en las Eliminatorias es admirable: 29 victorias, tres empates y una sorpresiva derrota ante Macedonia en su última presentación. Más allá del tropiezo en Duisburg, Löw descartó experimentos y se dedicó a potenciar a sus jugadores más importantes, ofreciendo mayormente un fútbol dominante, de presión y basado en la posesión.
Löw lleva un extenso período como seleccionador alemán pero Gareth Southgate no tiene nada que envidiarle, ya que trabajó tres años como DT de la Sub-21 antes de hacerse cargo de la plana mayor en 2016. Son ocho años de experiencia para el estratega inglés que peleó por el podio en el último Mundial y ahora apunta a llegar al partido final de la Eurocopa, que será justamente en Wembley el próximo 11 de julio.
Southgate encabezó una metamorfosis táctica al pasar del 3-5-2 al 4-3-3 y registró algunos de los mejores resultados de su mandato, como el triunfo por 3-2 ante España en Sevilla y el 2-1 a Croacia como local. En su camino a la Eurocopa, Inglaterra ganó siete de sus ocho partidos y anotó 37 goles, lo que la convierte en una de las potencias ofensivas del continente. Un ataque temible liderado por su capitán, Harry Kane, quien ganó la Bota de Oro en Rusia. Es el emblema de un conjunto que tiene un gigantesco abanico de futbolistas de élite.
En este proceso, según apunta The Telegraph, han debutado a 43 jugadores: cuatro arqueros, 13 defensores, 19 mediocampistas y siete delanteros. Dio lugar a jugadores como Jordan Pickford, Harry Maguire –el jugador con más presencias del ciclo con 32 partidos–, Jadon Sancho, Declan Rice, Phil Foden, Jack Grealish y Mason Mount, entre otros, muchos de ellos talentos emergentes del fructífero proyecto llamado ‘ADN Inglaterra’.
Aunque al hablar de opciones en jugadores elegibles puede que nadie tenga mejor fondo de armario que Didier Deschamps, seleccionador francés desde hace nueve años –el período más largo de la historia para un DT de Les Bleus–, quien conserva la base del elenco campeón mundial de 2018 y tiene al menos dos opciones de élite en cada posición.
Contar con tantas variantes de jerarquía le permite experimentar constantemente con nuevos prospectos sin perder calidad, como cuando en la última cita mundialista confió en Benjamin Pavard y Lucas Hernandez como laterales pese a su poco rodaje en el plano internacional. Francia sostiene el modelo que lo llevó a la cima para defender su corona: un estilo pragmático, letal en la transiciones, con un equilibrio perfecto de jugadores con calidad técnica y capacidad atlética, muchos de ellos surgidos en los campos de fútbol de las banlieues, como se les llaman a los suburbios poblados con inmigrantes extraeuropeos.
• ESPAÑA E ITALIA: GIGANTES EN TRANSICIÓN
Un escalón por debajo aparecen ciertos equipos con recursos, historia y éxitos recientes, pero que atraviesan una inevitable transición. La selección de Italia de Roberto Mancini, que busca retornar a un Mundial tras la fatídica eliminación a manos de Suecia en la última edición, es quizás de los máximos exponentes de este lote donde también podría ubicarse a Portugal, España y Holanda.
La Azzurra de Mancini practica un estilo de juego posicional con un grupo de futbolistas muy jóvenes, varios promovidos de las selecciones sub-17 y sub-19 que terminaron subcampeonas de Europa en 2018, como Nicolò Zaniolo, Sandro Tonali o Moise Kean. Se complementan con los nuevos referentes como Gianluigi Donnarumma, Marco Verratti, Jorginho, Nicolo Barella, Federico Chiesa, Lorenzo Insigne y Ciro Immobile, ganador de la última Bota de Oro del fútbol europeo. En este nuevo proceso ya han pasado 76 jugadores, incluidos 32 debutantes, pero eso no ha atentado contra los resultados: el combinado italiano tiene actualmente un invicto de 25 partidos, con una racha de 11 victorias consecutivas entre noviembre de 2018 y el mismo mes del año siguiente.
En España, por su parte, Luis Enrique apunta a despejar las dudas cosechadas los últimos años tras regresar a su cargo tras un retiro momentáneo por el fallecimiento de su hija. Han ganado ocho y empataron dos de sus 10 partidos camino a la Eurocopa, anotando 31 goles y concediendo solamente cinco, y empezaron con dos triunfos y un empate en su camino a Qatar 2022.
Sin embargo, a diferencia de su época dorada, Real Madrid y FC Barcelona ya no componen el núcleo de La Roja y el equipo está en construcción. Soplan vientos de cambio en un combinado nacional que ha sido compuesto por jugadores de 29 clubes de siete países distintos desde la última Copa del Mundo. A excepción del capitán Sergio Ramos, que ya cumplió 35 años, ningún jugador jugó más de siete partidos de los 10 compromisos clasificatorios para la Eurocopa.
La reconstrucción también es evidente en Países Bajos, que tras la marcha de Ronald Koeman al Barça contrató a Frank de Boer como nuevo seleccionador. El estratega neerlandés de 50 años había tenido un inicio de carrera brillante ganando cuatro títulos seguidos de la Eredivisie con el Ajax, pero no tuvo tan buenas experiencias en el Inter de Milán, Crystal Palace y Atlanta United. Ahora su misión es profundizar el buen trabajo realizado por Koeman. Ya estuvo en la Oranje como asistente de Bert van Marwijk cuando Holanda perdió ante España en la final del Mundial 2010. Pero ahora es diferente, es el principal responsable de un equipo que se muestra más ofensivo pero a la vez inconexo en algunas fases del juego. En 2020, solamente marcaron ocho goles en ocho partidos y se dividieron entre cuatro jugadores: Wijnaldum (3), Memphis Depay (2), Donny van de Beek (2) y Steven Bergwijn (1). De Boer ha utilizado a Memphis Depay más por las bandas y todavía los delanteros como Luuk de Jong o Wout Weghorst no pudieron demostrar su valor.
Otro de las selecciones con ambigüedades es Portugal, vigente campeona de la Eurocopa y también ganadora de la UEFA Nations League, donde todavía hay una gran dependencia de Cristiano Ronaldo. Su técnico, Fernando Santos, tiene al astro de 36 años como pieza inamovible de un rompecabezas que aún no está completo: ¿cómo hará el estratega para que talentos como Bernardo Silva, Bruno Fernandes, Joao Félix y André Silva encajen en su pragmatismo y en un ataque con CR7? Jóvenes como Ruben Dias, Nuno Mendes y João Palhinha han dado frescura pero necesitan más experiencia.
Algo similar sucede con Bélgica. Tras no clasificar a los Mundiales de 2006 y 2010, y de perderse seis de los siete Eurocopas entre 1984 y 2016, han encontrado un grupo de jugadores que terminaron terceros en la Copa del Mundo del 2018 y llegaron a la cima del ranking FIFA. Se ha transformado en una potencia de Europa con Courtois, Hazard, De Bruyne y Lukaku bajo las órdenes de Roberto Martínez, pero no logran posicionarse como candidatos firmes a ganar un trofeo.
• NORUEGA Y DINAMARCA: EL IMPULSO DEL TALENTO GENERACIONAL
Una de las grandes sorpresas en el comienzo de las Eliminatorias de la UEFA para Qatar 2022 fue la victoria por 4-2 de Turquía sobre Países Bajos, con un hat-trick de Burak Yilmaz. Y como si fuera poco, también consiguieron un triunfo por 3-0 ante la Noruega de Erling Haaland. El combinado turco, con figuras como Çağlar Söyüncü (Leicester City) y Hakan Çalhanoğlu (AC Milán), cerró su tanda de partidos con un empate ante Letonia y se coloca en la cima del Grupo G. No obstante, Noruega confía en sus talentos generacionales para dar pelea en esa zona: además de Haaland, hay jugadores de buen nivel como Alexander Sørloth (RB Leipzig), Martin Ødegaard (Arsenal FC), Mohamed Elyounoussi (Celtic) y Joshua King (Everton FC).
Escocia, que ha clasificado a la Eurocopa y regresa a un torneo importante tras 23 años, tiene una generación de buenos futbolistas liderados por Andrew Robertson (Liverpool FC), Kieran Tierney (Arsenal FC), Scott McTominay (Manchester United), quienes trabajan bajo el ala de Steve Clarke, quien fuera ayudante de José Mourinho en Chelsea. Su principal rival en el Grupo F es Dinamarca, una selección que ganó sus tres presentaciones con 14 goles a favor y ninguno en contra. El conjunto danés tiene proyección con jugadores de la talla de Kasper Schmeichel (Leicester), Daniel Wass (Valencia), Simon Kjaer (AC Milán), Andreas Christensen (Chelsea), Thomas Delaney (Borussia Dortmund), Pierre-Emile Hojbjerg (Tottenham), Christian Eriksen (Inter), Yussuf Poulsen (RB Leipzig) y Martin Braithwaite (FC Barcelona).
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