Un informe realizado por una comisión independiente ha sacado a la luz que la Federación inglesa de fútbol (FA, por sus siglas en inglés) no hizo suficiente para evitar los abusos sexuales en niños que ocurrieron en varios clubes durante décadas, un escándalo que estalló hace unos años en Inglaterra y que ha vuelto explotar en las últimas horas.
Esta investigación de 707 páginas ha sido publicada este miércoles después de cuatro años de trabajo sobre casos que la propia FA quiso revisar en diciembre de 2016 para conocer con más detalles, ya que empezaron a florecer innumerables denuncias de abusos de entrenadores entre 1970 y 2005.
“La FA actuó muy despacio para introducir medidas que garantizaran la seguridad de los niños. Hubo fallos institucionales para lo que no puede haber excusas”, afirmaron.
Según el informe presentado por Clive Sheldon QC, no hay prueba de que la FA supiera que había un grave problema con el abuso a niños antes de 1995, pero apunta que esta institución “no hizo lo suficiente para mantener a los niños a salvo” de ahí en adelante, hasta el 2000.
Un total de 62 personas implicadas en los abusos, así como 157 testigos más, han participado de esta reveladora la investigación que intenta vislumbrar cómo la FA y los clubes se hicieron cargo de las denuncias por acoso.
Se han identificado errores en clubes como el Chelsea, Aston Villa, Newcastle United, Stoke City y Southampton, entre otros, en los cuales hubo rumores de abusos sexuales o denuncias pero no fueron tratadas de la forma correcta.
Se ha identificado hasta 240 sospechosos y 692 víctimas pero uno de los casos más sonados fue el de Barry Bennell, quien fuera entrenador juvenil del Crewe Alexandra y el Manchester City durante los ’80 y los ’90. Fue denunciado varias veces por abuso y estuvo encarcelado nueve años tras admitir 23 delitos sexuales con seis niños de entre 9 y 15 años, pero salió de prisión en 2003 y, según la investigación, no se pusieron suficientes medidas de seguridad para evitar que volviera al fútbol.
Fue Andy Woodward, que jugó profesionalmente en el Sheffield United, quien abrió el camino al explicar los abusos que sufrió de Bennell. Aunque no hay pruebas de que este DT volviera al fútbol, la FA en ningún momento se preocupó por controlar sus movimientos. El Manchester City y el modesto club del Crewe Alexandra, actualmente en la cuarta división, tendrán que pasar por un Tribunal que estudiará la demanda de indemnizaciones por parte de ocho víctimas de este pedófilo que actualmente purga una pena de 30 años.
Tras audiencia preliminar celebrada el año pasado, el proceso ha sido programado para octubre de este año y debería durar ocho semanas. Los ocho demandantes, que actualmente tienen entre 40 y 50 años, desean que el club les indemnice por las “secuelas psiquiátricas muy graves” que han sufrido como consecuencia de los abusos. Los dos clubes negaron su responsabilidad en los actos de Bennell y consideran que la demanda de indemnizaciones llegó demasiado tarde.
Entre las iniciativas propuestas por la investigación se incluye la revisión anual de las medidas dirigidas a garantizar la seguridad de los niños, la contratación de personas que investiguen a tiempo completo estas actividades en los clubes de fútbol profesionales y la creación de un día nacional contra el abuso en el fútbol, entre otras.
(Con información de EFE)
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