El domingo siete de marzo Joan Laporta se alzó con la victoria en las elecciones presidenciales del FC Barcelona por encima de Victor Font y Toni Freixa con más del 57% de los votos. Sin embargo, en menos de una semana, el directivo, que todavía no ha asumido el cargo oficialmente, afronta su primera “crisis”, como lo definieron los principales medios españoles.
Después de ser testigo de la histórica derrota del conjunto culé en octavos de final de la Champions League frente al PSG ( quedó eliminado en esta instancia por primera vez desde el 2007), el catalán de 58 años deberá lidiar con un nuevo problema, en este caso a nivel dirigencial.
Tal como informaron medios como La Vanguardia y Diari Ara, y que replicaron algunos como Sport, Mundo Deportivo y Marca, éste sábado se conoció la renuncia del que iba a ser su vicepresidente económico Jaume Giró.
El ex ejecutivo de la Fundació Caixabank presentó su dimisión en medio de unas discrepancias con Laporta. Además de aportar una cantidad importante de dinero para la junta, Giró era un nombre fuerte en lo que respecta a la parte financiera del proyecto presentado por el nuevo presidente.
Según indicaron desde España, ésta ruptura se produjo por una serie de diferencias entre ambos protagonistas en cuanto a la gestión económica y los cargos que ocuparían. Al parecer, Giró pretendía ser el vicepresidente primero del área financiera, cargo que estaría ocupado por Rafael Yuste, amigo personal de Laporta y quien lo acompañó en su primera etapa en Barcelona (2003-2010).
Éste problema llega en medio del proceso de búsqueda de los avales que necesita presentar el elegido para asumir el cargo oficialmente. El lunes, Laporta y compañía deberán presentar las garantías, firmadas con el Banco de Sabadell, a La Liga para que el miércoles se produzca la asunción oficialmente.
Para que esto suceda, la directiva deberá presentar el 15% del presupuesto de la entidad azulgrana: unos 125 millones de euros.
En lo que respecta a su futuras tareas como presidente. Joan Laporta deberá afrontar dos puntos claves. El primero será trabajar sobre la multimillonaria deuda que tiene la entidad culé, cifrada en 1.170 millones de euros. El segundo, y no menos importante, será el de convencer a Lionel Messi para que continúe siendo el eje del proyecto deportivo.
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