Como si se tratara de un partido por Copa Libertadores de los 70 u 80 en los que parecía valer todo, los fanáticos del Barcelona y Paris Saint Germain elevaron la temperatura de un cruce por Champions League que tuvo un resultado histórico en la ida y promete para la vuelta de octavos de final. Los simpatizantes franceses le devolvieron la travesura a los catalanes, que habían perturbado a los jugadores del PSG durante su estadía en España y lanzaron fuegos de artificio en horas de la madrugada. Pero hubo más: un fan se infiltró en el hotel del Barça.
Según detallaron varios medios europeos, el individuo identificado con los colores de la entidad parisina reservó una habitación en el edificio donde se alojó el contingente blaugrana y después del show de fuegos artificiales que se extendió por varios minutos en los alrededores de esa manzana, encendió la alarma contra incendios para causar estragos en la zona interna.
Enseguida las autoridades del hotel lo identificaron y fue demorado por la Policía local. Desde el búnker del Barcelona aseguraron que los jugadores, más allá de los intentos de los fanáticos parisinos por interrumpir su descanso, durmieron en perfectas condiciones y están al 100% para ir en busca del milagro en Parque de los Príncipes. Imposibilitados de concurrir a los estadios por la limitación ocasionada por el coronavirus, los aficionados igual trataron de hacerse notar.
Durante la jornada de hoy el flamante presidente Joan Laporta se asomó por uno de los balcones en horas de la mañana y saludó a un grupo de fanáticos culés que le gritaban desde la calle.
El elenco dirigido por Ronald Koeman tendrá una durísima empresa en su visita a París: deberá remontar el 4-1 del Camp Nou. Es decir que está obligado a convertir cuatro tantos para soñar con la clasificación a los cuartos de final de la Champions. Es cierto que el Barça mejoró mucho su nivel desde aquella goleada en contra aunque el cuadro de Mauricio Pochettino tiene grandes individualidades y planea, como mínimo, mantener la diferencia en el global.
A pesar de que gran parte de las fichas de los catalanes estaban puestas en la competición continental, todavía tienen chances de levantar otros dos títulos esta temporada. El próximo 17 de abril disputará la final de la Copa del Rey contra el Athletic Bilbao y además es el único escolta del líder Atlético Madrid, que le lleva 3 puntos de ventaja con un partido menos.
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