El Porto logró una hazaña en Italia al eliminar a la Juventus de los octavos de final de la Champions League. El equipo portugués consiguió la épica gracias a la notable actuación de Agustín Marchesín, quien se transformó en una de las figuras de la noche europea con una producción brillante.
En menos de 2 minutos el ex Lanús demostró su jerarquía cuando un centro de Juan Guillermo Cuadrado encontró la cabeza de Álvaro Morata y el arquero desactivó el peligro con una maniobra exquisita.
Tras el gol de Sergio Oliveira, de penal, el empate para el dueño de casa pudo llegar mediante otra aparición de Morata, pero el delantero volvió a perder en el mano a mano frente al referente que merece ser convocado a la selección argentina. Marchesín agigantó su figura para ahogarle el grito al español y posicionarse definitivamente como el próximo referente en la valla albiceleste.
Antes del descanso el guardameta volvió a intervenir para evitar el gol italiano. Fue después de un tiro de esquina en el que Bonucci tenía servido el empate, pero la veloz reacción del arquero reprimió la alegría ajena.
Ni Cristiano Ronaldo, ni Juan Guillermo Cuadrado, ni Federico Bernardeschi pudieron doblegar la resistencia de Agustín Marchesín, el héroe de la jornada para que la felicidad sea lusitana.
En el choque de ida, en su cancha, el Porto se había impuesto por 2 a 1, mismo resultado con el que terminó el partido de hoy y por lo que la clasificación se debió resolver en tiempo suplementario.
A pesar de los tres goles recibidos, el ídolo del Granate, con un puñado de grandes intervenciones, fue una de las razones por las que el equipo portugués tuvo el partido siempre a tiro, sobre todo luego de quedarse con diez hombres por la expulsión de Taremi cuando se jugaban apenas ocho minutos del segundo tiempo.
Sergio Oliveira anotó los dos goles de Porto, el primero de penal y el segundo de tiro libre. Para la Juve, en el que no estuvo convocado Paulo Dybala, anotaron Federico Chiesa, en dos oportunidades, y el francés Adrien Rabiot.
Por su parte Sevilla, con Lucas Ocampos y Marcos Acuña desde el inicio y el ingreso de Alejandro Papu Gómez, quedó eliminado al empatar de visitante 2 a 2 ante Borussia Dortmund, de Alemania, en el que el goleador Erling Haaland extendió su momento extraordinario.
El noruego, que había convertido dos goles en la ida para la victoria 3-2 de su equipo en Andalucía (resultado que le terminó dando el pase a la siguiente instancia), hoy se anotó con otro doblete para sentenciar la serie y pudieron ser tres si el árbitro no le hubiese anulado un tanto a instancias del VAR. Para el conjunto español marcó las dos veces el delantero marroquí Yousseff En-Nesyri.
El goleador noruego, de apenas 20 años, sumó con los de hoy 20 goles en 14 presentaciones en Champions. Como dato comparativo, el astro argentino Lionel Messi necesitó 38 partidos para llegar a la misma cifra y el crack portugués Cristiano Ronaldo, máximo artillero de la historia del certamen, 54.
Mientras el paso del tiempo va apagando justamente el brillo de Messi y de Ronaldo, protagonistas del duelo de los últimos años por el cetro del fútbol mundial, Haaland aparece como el nuevo aspirante a la corona: su desafiante es el francés Kylian Mbappe, de 22 años, figura del PSG que mañana, ante Barcelona, buscará la clasificación a cuartos después del notable 4-1 de la ida.
Lo del Sevilla, más allá de la eliminación y de que logró el empate cuando el partido ya terminaba, fue una actuación digna.
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