En medio de los debates electorales que protagonizan los nuevos candidatos a ocupar la presidencia del Barcelona, el club se vio intervenido por agentes del Área Central de Delitos Económicos de los Mossos d’Esquadra, quienes registraron las oficinas del Fútbol Club Barcelona.
Según adelantó la Cadena Ser-Barcelona, el registro estuvo vinculado al denominado BarçaGate, en que se investiga si una empresa contratada por el club azulgrana llevó a cabo una campaña de desprestigio en las redes sociales de jugadores y entidades contrarias a la directiva del ex presidente Josep Maria Bartomeu.
En un dispositivo que se llevó a cabo en la mañana de este lunes, agentes del Área Central de Delitos Económicos de la División de Investigación Criminal de los Mossos d’Esquadra irrumpieron en las oficinas del club catalán. La prensa española detalló que el ex máximo directivo fue detenido junto a un grupo de hombres que trabajaban en su cúpula dirigencial.
“Dispositivo en marcha del Área Central de Delitos Económicos de la DIC relacionado con el Barcelona. Se están llevando a cabo diversas entradas y registros”, informó la cuenta oficial de Twitter de los Mossos.
Por su parte, la institución azulgrana emitió un comunicado indicando que “ha ofrecido su plena colaboración a la autoridad judicial y policial para aclarar los hechos objeto de esta investigación. La información y la documentación requeridas por la Policía judicial se han circunscrito, estrictamente, a los hechos relativos a este caso”.
Éste hecho tiene su inicio en febrero del 2020, fue en ese entonces cuando el Barcelona era denunciado por haber contratado a una empresa para crear estados de opinión en las redes sociales y difamar a Messi y otros jugadores propios.
En su momento, la radio Cadena Ser había informado que la institución llegó a un acuerdo con la compañía I3 Ventures, la cual se encargó de crear “decenas de cuentas que se dedican a proteger la imagen de Bartomeu y la junta”, además de atacar a personas de distintos ámbitos del “ecosistema azulgrana”. Al mismo tiempo, la SER aseguró que esos mismos perfiles cargaban contra jugadores como Messi, Piqué o antiguos futbolistas como Xavi o Puyol.
Dicho suceso fue uno de los puntos clave en el quiebre de la relación entre Messi y la dirigencia comandada por Josep Maria Bartomeu. A ello se le sumó las críticas públicas de Eric Abidal (entonces secretario deportivo), los roces por la comunicación de los recortes en los salarios de los jugadores durante la pandemia de coronavirus y la errática política de refuerzos.
“La verdad es que yo veo raro que pase una cosa así. Pero decían también que habría pruebas. Habrá que esperar a ver si es verdad o no. Mucho no podemos decir y sí esperar ver qué pasa con todo esto. Yo, la verdad, me pareció un tema raro”, consideraba el propio Lionel Messi en una entrevista con Mundo Deportivo. “La verdad es que llevamos desde enero hasta ahora con problema tras problema. Lo que necesitamos es tranquilidad y pensar en fútbol, pensar en los partidos e intentar de crecer. Por lo menos aislarnos nosotros, porque si no van a ser meses complicados”, explicaba.
Gerard Piqué, otro de los referentes del plantel, también habló del tema: “Yo, como jugador del Barça, veo que mi club se ha gastado dinero, dinero que ahora nos están pidiendo, para criticar, ya no solo a personas externas con una relación histórica con el club, sino a jugadores en activo, y eso es una barbaridad... Le pedí explicaciones (A Bartomeu) y lo que me dijo es “Gerard, yo no lo sabía”. Y me lo creí. Pues después ves que, en acciones futuras, la persona encargada de contratar esos servicios todavía está trabajando en el club”.
Finalmente, estas filtraciones y las constantes polémicas que se generaron en el entorno, con la posible salida de Lionel Messi y los errores dirigenciales, fueron las que llevaron a Josep Maria Bartomeu a anunciar su renuncia en octubre tras ver que su imagen estaba ensuciándose cada vez más. Ahora, desde la prensa catalana informaron que, cuatro meses después de su salida, la policía de la ciudad lo detuvo en el marco de la investigación junto a Òscar Grau y Romà Gómez Ponti, CEO y director del departamento jurídico del club.
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