La carrera de Marcelo Gallardo como director técnico es meteórica. Inició siendo campeón en su primer año en Nacional de Uruguay y luego armó una verdadera revolución en River, donde conquistó un total de 11 títulos desde que firmó a mediados de 2014. El más renombrado, y que lo puso bajo la órbita de los principales equipos de Europa, fue la final de la Copa Libertadores de 2018 ante Boca en el Santiago Bernabéu.
Según informó el periodista Ariel Senosiain en el programa Líbero, que se emite por TyC Sports, el club que inició gestiones para contratar al Muñeco fue nada más ni nada menos que el Barcelona de Lionel Messi.
El conjunto Culé no atravesaba su mejor temporada y a finales de 2019 se habría dado el contacto formal. Eric Abidal, ex futbolista de la institución y por ese entonces cabeza visible de la secretaría técnica del club azulgrana junto a Ramón Planes, le ofreció el puesto, pese a que aún Ernesto Valverde era el director técnico.
Gallardo, que había sido elegido por la Pulga como candidato a mejor entrenador del año, pensó durante varios días la propuesta recibida, pero finalmente lo rechazó. El 9 de enero de 2020, Barcelona sucumbió por 3 a 2 ante el Atlético Madrid del Cholo Simeone en la Supercopa española y la dirigencia decidió ponerle punto final al ciclo de Valverde. El 4 de enero, el Muñeco había comenzado una nueva pretemporada con River Plate.
El elegido finalmente por la cúpula dirigencial del club español fue Quique Setién, quien venía de cosechar buenos resultados en Betis. No obstante, vale destacar que el español no fue la primera opción de los mandatarios. Además del estratega argentino, desde Cataluña primero fueron a buscar al holandés Ronald Koeman, quien actualmente es el encargado de comandar al primer equipo.
Por ese entonces, el ex defensor azulgrana rechazó la oferta debido a que no era sencilla su salida de la selección de los Países Bajos, sumado a que se avecinaba la Eurocopa de 2020 (luego se aplazó para mediados de 2021).
La otra posibilidad que picaba en punta era la de Xavi, uno de los máximos ídolos y pieza clave de la época dorada del Barcelona. El español, pese a verse seducido y reconocer públicamente que su intención es calzarse el buzo de entrenador azulgrana en el futuro, se negó debido a que prefirió no romper su contrato con Al-Sadd S. C. de Qatar, donde antes había jugado 4 temporadas.
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