La dura derrota del Barcelona frente al Paris-Saint Germain por 4-1 en el Camp Nou tiene repercusión mundial. El cuadro español volvió a ser humillado en Champions League y la frustración del equipo dirigido por Ronald Koeman tuvo reflejo directo dentro de la cancha con Gerard Piqué como protagonista de los reclamos.
Sergiño Dest había cortado una carrera de Kylian Mbappé, figura del partido, y mientras se preparaban las marcas para el tiro esquina el defensor español comenzó a gritar en contra de sus compañeros. “Una puta posesión larga, joder. ¡Me cago en la puta, vamos! Ostia puta, una posesión larga”, exclamó Piqué sin darse cuenta que los micrófonos de ambiente lo tomaban a todo volumen.
Pero el único en responderle en el momento fue Antoine Griezmann, quien se preparaba cerca del primer palo de Ter Stegen. “Concha de su madre”, dijo el francés, que recibió una rápida respuesta de Gerard. “No, la concha de tu madre tú. Estamos sufriendo y llevamos cinco minutos así”, contestó el zaguero. Luego apareció el arquero alemán del Barcelona para intentar calmar las aguas con algunas indicaciones: “Una posesión larga. Dale, dale, dale las marcas. Vean atrás, Grizzi más derecha”.
Pero el cruce no terminaría ahí y habría una nueva exclamación de Piqué. “Estamos mal, estamos corriendo como locos”, se quejó Piqué. Nuevamente, Griezmann fue el único en responderle: “Yo también corro como loco”. La acción sucedió a los 38 minutos de la primera mitad cuando el encuentro todavía iba 1-1 con tanto de Lionel Messi de penal y Kylian Mbappé, que terminaría anotando un hat-trick.
Gerard reapareció en la formación inicial del Barcelona luego de varios meses en los que estuvo fuera de la cancha a causa de una lesión sufrida contra el Atlético de Madrid el 22 de noviembre del año pasado. Ángel Correa fue el causante involuntario de la misma, ya que cayó sobre la rodilla del defensor dejándolo sin acción por bastante tiempo. Lejos de perder las mañas y la experiencia (aunque su rendimiento fue defectuoso y sufrió muchísimo con la velocidad de Kylian Mbappé), Piqué identificó el mal momento que transitaba su equipo e intentó despertarlo. Pero al final del partido, el capitán tenía razón.
Es más, el central terminó siendo protagonista de la foto del partido en la que intenta tomar de la camiseta a Mbappé mientras le ganaba la posición. Las energías que tuvo previo a la debacle del equipo a pura directivas no fueron suficientes para evitar una nueva humillación del culé en el plano internacional.
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