Pese a no ser uno de los futbolistas más sobresalientes a nivel deportivo en el Real Madrid, el ex delantero Antonio Cassano dejó huella en el conjunto merengue por su personalidad y también durante su paso por la selección italiana en la que disputó 39 partidos convirtiendo 10 goles.
Su fichaje y estadía dentro del cuadro de la capital española no fue de los mejores de su carrera, teniendo en cuenta que sólo registró actividad durante una temporada en el equipo (2006-07). Además reveló que en el lapso de su estadía –que se extendió desde enero del 2006 hasta agosto del 2007– engordó 14 kilos en siete meses por su fanatismo a un alimento que le regalaba uno de los patrocinadores del club.
Después de sus primeros meses, en el que se hablaba más de sus problemas extradeportivos que de su rendimiento en el campo, llegó Fabio Capello al banquillo. Su situación no mejoró e incluso empeoró a tal punto que llegó a protagonizar un enfrentamiento con su entrenador.
“Al llegar Capello hice dos goles en dos partidos y me sentía el rey del mundo. Me sustituyó en el primer tiempo ante el Lyon, me pelee con él en Jerez y me sacó del equipo”, relató el ex jugador de 38 años en una íntima charla concedida a la cadena italiana BOBO TV, de la que también participaron sus ex compañeros de la Azurri Fabio Cannavaro y Christan Vieri.
Al mismo tiempo, y después de asegurar que tras su llegada a Madrid había alcanzado a descender 12 kilos, Cassano reconoció que con la llegada de su amigo Cannavaro en julio del 2006 volvió a aumentar de peso tras ingerir en exceso una reconocida pasta de crema de cacao y avellanas que se utiliza habitualmente para realizar diversos postres: “Nutella era uno de los patrocinadores del club y cada mes nos regalaban cinco kilos de producto”.
“En siete meses subí 14 kilos, la comía directamente desde el bote, a cucharadas, y todo me daba igual. Daba asco”, se lamentó el italiano, mientras sus ex compañeros no paraban de reír.
Lo cierto es que antes de la llegada de Capello, el Real Madrid ya le estaba buscando una salida al futbolista, quien había arribado a comienzos del 2006 de la mano de Florentino Pérez, el presidente que acabó su primer mandato ese mismo año.
Con la camiseta blanca jugó 29 partidos y marcó tan solo cuatro goles. Posteriormente, tras quedar apartado por indisciplina, al mercado siguiente retornó a Italia para militar en la Sampdoria, equipo al que había llegado a préstamo y que terminó contratándolo a mediados del 2007.
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